Por: Luis E. Forero Medina Abogado/Especialista en Saluderecho |
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El 37% de la población de América Latina y el Caribe (LAC) son adolescentes y jóvenes entre los 10 y los 24 años de edad, unos 237 millones en total; en el mundo 1200 millones de personas tienen entre 10 y 19 años. Tan numerossa población joven, lo calificó como un regalo la Dra. Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la última Reunión de Ministras y Ministros de salud de la Región.
El tema central de la Reunión fue promover la salud y el bienestar tanto de los adolescentes (jóvenes de 10 a 19 años) como de los jóvenes, mejorando su salud y la calidad de vida; anteriormente en otro evento esa promisoria población fue incluida como un grupo destinatario clave en la Estrategia mundial para la salud de la mujer, el niño y el adolescente (2016-2030).
El balance que se adelantó en la Reunión en Cartagena de Indias, determinó que el trabajo de más de ocho años se ha malogrado, “el progreso ha sido limitado”; sólo para mencionar un ejemplo, se empeoró en lugar de mejorar en LAC, la tasa de mortalidad en adolescentes.
Según la Organización Mundial de la Salud OMS, los principales problemas de salud del colectivo joven son los embarazos y partos precoces; el VIH, presente en más de dos millones de adolescentes; la salud mental, como que el suicidio es la tercera causa de defunción de adolescentes; la violencia, origen de una de cada tres defunciones de varones adolescentes en países de ingresos bajos y medianos en la Región de las Américas ; el consumo nocivo de alcohol ; los accidentes de tránsito, evento en el cual en 2012 murieron unos 120 000 adolescentes; la malnutrición y obesidad; la inactividad física y el consumo de tabaco. La OMS indica igualmente que muchas enfermedades graves de la edad adulta comienzan en la adolescencia.
La Directora de la OPS expuso la hoja de ruta “ para evitar la muerte de adolescentes y jóvenes”, reduciendo el consumo de alcohol, de tabaco y de sustancias ilícitas; promoviendo la salud mental, reduciendo los factores de riesgo de las ENT, y fortaleciendo los factores de protección.
Los Ministros de Salud escucharon con sorpresa que en la Región “nuestros jóvenes”, también sufren de hambre y anemia, y de ordinario se topan con muros que les impiden avanzar. Se ruborizarían al recordar que en sus países de origen “las políticas públicas dirigidas a su superación se ven afectadas y tienen un carácter limitado, debido a que en ocasiones parten de supuestos falsos, no contemplan las distintas expresiones de la pobreza en la infancia,..”, como lo han leyeron en “Pobreza infantil en América Latina y el Caribe”, coeditado por la CEPAL y el UNICEF.
En “Redes de protección social: Mejores respuestas para adolescentes y jóvenes”, publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo BID, y en las bibliotecas de los asistentes, de LAC reseña que
“”la región se caracteriza por una marcada desigualdad, falta de oportunidades ocupacionales y altos índices de violencia. El peso numérico de los jóvenes en la actualidad y las desiguales condiciones en que se experimenta la transición a la vida adulta, justifican la necesidad de otorgar mayor atención a la población joven.”
La Directora de la OPS en su discurso en Colombia recordó el deber de “asegurar que los adolescentes y jóvenes, en especial los que se encuentran en situación de vulnerabilidad, tengan acceso sin discriminación alguna a servicios de salud que sean integrales, apropiados, oportunos, receptivos a las cuestiones de género y de buena calidad, incluidos los servicios de salud sexual y reproductiva.”
@luforero4
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