Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Los comerciantes informales que ocupan las calles de Chincha, perímetros del Mercado Central, La Paradita, el Mercado de Frutas, las avenidas Santos Nagaro, Sucre, Chachapoyas, calle Italia, entre otras arterias serán desalojados este 5 de enero, según se ha dado a conocer por diversos medios informativos y previamente notificados los accionados.

Chincha en los últimos 30 años se había convertido en un lugar donde reinaba el caos y desorden insoportable, en que los vendedores hacían lo que querían ocupando las calles, a su libre juicio y amenaza. No había ninguna autoridad que podía poner orden. Años tras años el caos fue más terrible, convirtiendo a Chincha en la peor provincia del departamento, y  Región según los analfabetos del Congreso de la República.

Cada autoridad que entraba firmaba un pacto entregando las calles indefinidamente a los comerciantes, con el cuento que los informales son gentes humildes, cuando en el fondo la mayoría de los comerciantes ganan y viven mejor que los profesionales, contando con muchas propiedades. José Navarro Grau negoció por cerca de 20 años para no tocar a los informales, a cambio de que voten cuatro veces por él. Se dijo que los vendedores eran los aportantes para la campaña reeleccionista de Navarro.

 

Los vendedores llamados ambulantes o informales no son personas de bajos recursos económicos, pues durante el tiempo que han permanecido ocupando las calles hicieron fortuna, haciendo plata sin control ni pagar al fisco, tal es así que compraron las galerías Milenium y Vega, engañando al pueblo que iban a abandonar, pero los granujas no salieron de las calles, más bien cerraron los espacios libres dejados para el paso de las personas. Para el colmo de los colmos, muchos, alquilaron sus puestos en Milenium y Vega, ganado miles de dólares. ¿Entonces, de qué humildad y pobreza se puede hablar?

Es tremenda injusticia que los alcaldes hayan permitido el enriquecimiento de solo sector de moradores de Chincha con el cuento que son pobres, cuando eso es falso. Indudablemente, unos cuantos modestos vendedores que traen sus productos desde el campo son muy humildes, pero los zamarros que ocupan las calles les rematan a bajo precio sus productos para luego elevarlos a precios exorbitantes.

 

Ningún alcalde tuvo los pantalones bien puestos para decir basta de la ocupación de  las calles que generan el caos vehicular y peatonal horrible. El Ing. César Carranza Falla, como Alcalde, conocedor del mal y de la cantaleta de los comerciantes, y lo peor de la bolsa que hacen los informales para comprar a los alcaldes, y tras la compra ellos mismos vociferan que tenemos las calles por 4 años más, desde que entró a la Municipalidad empezó a poner orden y dialogó con los vendedores que ocupan las calles de Chincha para que vayan a sus lugares que ellos ya tienen comprado hace más de 10 años, como el Mega Mercado de los Arenales, además tienen otros lugares adquiridos. Los directivos del Mega Mercado estuvieron ofreciendo meses tras meses puestos de venta, pero muchos dejaron de comprar para seguir ocupando las calles, para seguir ahora a reclamar. El plazo se cumple este 4 de enero.

El alcalde César Carranza Falla por hacer cumplir la ordenanza 19, MPCH, 2015, es acusado por sus detractores como un personaje enemigo de los “pobres comerciantes”, con adjetivaciones salvajes, por periodistas del lumpen, que no tienen moral ni conducta ética.

Ya es tiempo que Chincha viva como una ciudad civilizada, lejos del caos peatonal y vehicular, siendo una bomba de tiempo a estallarse en cualquier momento. Esperamos que así sea.  El pueblo chinchano  pide que el alcalde cumpla con la ordenanza.     

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