La defensa de Keiko Fujimori reclamó al fiscal José Domingo Pérez la precisión de las imputaciones, la visualización de las pruebas y la aclaración de contradicciones en la denuncia por lavado de activos y otros delitos contra la jefa de Fuerza Popular.
En respuesta, la fiscalía del caso presentó por primera vez la información que acredita las entregas de dinero que hicieron los empresarios y representantes de Juan Rassmuss Echecopar y Dionisio Romero Paoletti, los principales financistas clandestinos de las campañas presidenciales de Keiko Fujimori en 2011 y 2016.
La subsanación de las observaciones de la defensa a las imputaciones fiscales contra Keiko Fujimori y otros 41 acusados comprende 2.384 folios presentados en 12 tomos. En esos documentos a los que tuvo acceso La República, se encuentra la información detallada de los millonarios fondos que recibió la tres veces excandidata presidencial, los que nunca declaró ante las autoridades y que hasta el día de hoy no explica en qué los gastó.
Los datos son extremadamente minuciosos, porque incluyen el día, la hora, el minuto, el mes, el año, el monto, el número de registro de salida del dinero y hasta la identidad de quienes se presentaron en nombre de Keiko Fujimori para llevarse el efectivo.
En todos los casos, como lo demuestra documentalmente la Fiscalía, el suministro del dinero fue en efectivo, en maletas o en sobres manila o plástico. La modalidad de trasiego de fondos en efectivo es un patrón de todas las operaciones de transferencia en beneficio de Keiko Fujimori, para evitar el registro en el sistema bancario.
Sin embargo, las empresas de Juan Rassmuss Echecopar, Sudamericana de Fibras, y Dionisio Romero Paoletti, Credicorp, consignaron en sus respectivas contabilidades la salida del dinero en efectivo.
En el caso de Rassmuss, en el cuaderno de visitas de su empresa, se acredita quiénes fueron a Sudamericana de Fibras. Están identificadas las personas que en nombre de Keiko Fujimori retiraron las platas. Por si fuera poco, también se menciona al personal de la empresa que les dio los fondos.
De los US$ 7,6 millones que en total la compañía de Rassmuss proporcionó Keiko Fujimori, solamente Augusto Bedoya Cámere, quien siempre alegó inocencia y no tener ninguna relación con los fondos, se presentó en la empresa de Rassmuss en 11 ocasiones para retirar US$ 2 millones 010 mil.
Pier Figari Mendoza, brazo derecho de Keiko Fujimori, y quien aseguraba que era “perseguido político”, acudió 14 veces a las oficinas de Sudamericana de Fibras, en el Callao, para llevarse en maletas y sobres manila US$ 745.000.
Víctor Shiguiyama Kobashigawa, el amigo íntimo de Keiko Fujimori, a quien impuso como jefe de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat), al gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski, es otro de los personajes que habitualmente aterrizaban a la empresa de Rassmuss para recoger la plata cuyo destino final, hasta el día de hoy, no revela Keiko Fujimori.
En un total de 5 visitas a Sudamericana de Fibras, Shiguiyama recibió US$ 850.000.
En el caso de Jaime Yoshiyama Tanaka, personalmente recibió US$ 700.000.
El esposo de Keiko Fujimori, Mark Vito Villanela, quien según la jefa de Fuerza Popular estaba alejado de las finanzas del partido, también fue a Sudamericana de Fibras. Obtuvo US$ 160.000. Como su cónyuge, Villanella tampoco ha mencionado qué hizo con el dinero, en qué lo gastó, o si se lo entregó a Keiko Fujimori.
Mark Vito Villanela, esposo de Keiko Fujimori, también recogió US$ 160.000 de Sudamericana de Fibras.
Según los registros de la propia empresa Sudamericana de Fibras, el 20 de febrero del 2013, la misma Keiko Fujimori en persona legó para llevarse US$ 50.000 en efectivo. No se precisa si fue en maletín o lonchera, pero probablemente, por la cantidad, fue en sobre manila o de plástico.
No se trata de un caso aislado, porque por las mismas fechas Jaime Yoshiyama y Pier Figari se presentaron en la fábrica de Rassmuss para recibir los caudales clandestinamente.
En los 12 tomos de las subsanaciones a la acusación contra Keiko Fujimori y sus 41 cómplices, también queda en evidencia que Rassmuss entregó a Keiko Fujimori, entre el 22 de setiembre del 2010 y el 3 de junio del 2011, un total de US$ 3 millones 600 mil. Esta información es de extrema relevancia, porque en dicho periodo la jefa de Fuerza Popular ejercía como congresista y, por lo tanto, era funcionaria pública. Según sus declaraciones juradas, jamás reportó la recepción de dicho dinero, lo que precisamente hace notar la Fiscalía. La defensa de Fujimori ha reiterado machaconamente que ella nunca fue funcionaria pública, pero las evidencias contradicen esta afirmación.
En el caso de Credicorp y Dionisio Romero Paoletti, según la propia manifestación del banquero, admitió haber filtrado US$ 3 millones 650 mil a la campaña de Keiko Fujimori. Además, ha proporcionado la documentación bancaria y contable de la salida de dichos fondos destinados al financiamiento de la campaña presidencial del 2011. En los documentos de subsanación a la acusación fiscal, se ha añadido información también de otras entregas directas a Keiko Fujimori de Romero para la campaña presidencial del 2016.
De acuerdo con la información documental acreditada por la Fiscalía, Romero proporcionó a Keiko Fujimori US$ 480.000 en 5 armadas:
-US$ 60.000, el 20 de marzo del 2016.
-US$ 60.000, el 29 de marzo del 2016.
-US$ 60.000, el 30 de marzo del 2016.
-US$ 150.000, el 25 de mayo del 2016.
-US$ 150.000, el 2 de mayo del 2016, por intermedio de José Chlimper Ackerman.
Keiko Fujimori tampoco ha mencionado el destino final de estos US$ 480.000, que son diferentes a los US$ 3 millones 650 mil que recibió para la campaña presidencial del 2011.
La documentación proporcionada por la Fiscalía no deja ninguna duda de cómo Keiko Fujimori recibió los fondos al margen del sistema bancario. Es la hora de decir la verdad.
Fuente: La Republica
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