Por: Eucadio Gutiérrez Solano    Mag. Químico-farmacéutico y periodista

Habíamos hecho un alto para ver los giros de la corrupción que hay en Chavín esperando cambios y afecto a favor del pueblo. El mal ha continuado descaradamente, dañando a la presente generación. El caso es genético. Viene desde muchos años. Aparece con fuerza cuando un bandolero huachino pisa tierras de Chavín. Se potencia últimamente con la presencia de un huisho.

En el año 2004 nos solidarizamos con los pobladores de Chavín, recogiendo el clamor de un sector de comuneros, quienes acusaban como traidores a las autoridades: Víctor Peve Palomino, alcalde de Chavín, Raúl Vilcamiza, teniente alcalde, Amancio Guerra Gutiérrez, presidente de la Comunidad Campesina de Chavín, juez de Paz y gobernadora, entre otros supuestos buitres, que se entregaron en cuerpo y alma a los brazos de la minera Milpo.

Desde ese tiempo, la juventud chavinera, con moral y principios, fue testigo del maridaje entre las autoridades corruptas y la compañía minera. Las luchas continuaron por calles y plazas, órganos periodísticos, asambleas comunales y tomas del centro minero, demostrando su disconformidad y rechazando la convivencia corrupta. 

El pueblo reclamaba sus tierras y sus derechos. La mayor cantidad de jóvenes traicionaron, entregándose en amorío y hallando un sueño dulce con las caricias de la mina. Recordamos los nombres de Wilmer Castillón, Néstor Vilcamiza, Carlos Castillón, y de muchos jóvenes y de varias mujeres que emprendieron la defensa de su territorio profanado. Pareciera que éstos se olvidaron de la lucha. En tanto, hoy, una nueva juventud viene clamando por sus derechos. Vemos en las redes sus protestas y sus denuncias que no prosperan como si el maldito Coronavirus-19, estuvieran tragándose los cerebros de los demás. Ante el clamor popular no podemos seguir de espectadores. Es hora de sumarnos.

Por desgracia los traidores se han incrementado sin interesarle los destinos del pueblo, si no sus panzas. Son 16 años que los malos comuneros viven como ricos, manejando millones de soles, mientras el pueblo vive atrasado, sufriendo su peor suerte, en sequía y sin agua. La mina está por gusto dicen, solo atiende a su gente, que son lo vivos que explotan a su pueblo. Los millones de soles van directivamente a un pequeño grupo privilegiado, quien come y bebe hasta el hartazgo. Más allá los enfermos se retuercen de dolor y hambre.

Huachos.com en su recorrido por los pequeños pueblos de Chavín, ha encontrado, a ciudadanos de la tercera edad, en completo estado de abandono, posado en cama, y otros apenas dando pasos. ¿Por qué los enfermos no son atendidos y están abandonados cuando hay millones de soles que despilfarran?

La directiva de la comunidad y la empresa comunal manejan una buena cantidad de plata, con “sueldos” elevados cuando nuestros ancianos viven en la miseria y abandono. No tienen humanidad, decían nuestros enfermos. Por nuestra parte hemos contribuido si quiera regalando medicamentos para atenuar sus dolores. La respuesta nos satisface, cuando habla que el dolor agudo que padecían ha disminuido. Es así, el dolor de las personas de tercera edad es nuestro dolor. No podíamos ser indiferentes cuando ellos podían caminar, suministrándoles antinflamatorios y medicamentos para el dolor.

Millones de soles y dolores permanentes hay en Chavín. Millones para los bolsillos de los dirigentes y dolores para los enfermos. ¿Tendrán conciencia los vitalicios dirigentes cuestionados como Víctor Peve Palomino, Alfredo Peña Castillón, Oscar Vilcamiza, y sus entornos que manejan el destino de la comunidad, desde la oscuridad, cargados de plata?

Los quesos chaplas no sirven para nada decía Carlos Lliuya, refiriéndose a los abogados que han vendido su conciencia y no hacen nada para defender a su pueblo.  Según denuncias, ellos sirven para robar y robar. Voces que protestan en la conciencia de los verdaderos chavineros.

Ahora que viene las elecciones, las supuestas ratas ya tienen directiva, en tanto los ingenuos creen que recién elegirán otra directiva.  Los cucos, expertos en maniobras, en el momento de las elecciones pareciera que arman su directiva, cuando en el fondo está la misma componenda, la misma chola, con diferente vestido.  La ignorancia es bárbara.

Se habla de Orcocobre, de entrada írrita de los malos dirigentes a la empresa minera. Más plata no les hace daño a las ratas. Hemos visto, los comuneros pelean por un céntimo, abren las piernas y se entregan, cual prostitutas. Para qué las asambleas, pues cuando sienten el olor de los chicharrones, se voltean y corren tras la presa como las vacas alunadas por el toro. Comen un panetón traicionando a su pueblo. A qué extremo se ha llegado.  El honor y la dignidad cuesta una canasta de víveres, solamente para los vivos, los llamados comuneros calificados, la mayor parte comuneros bambas o golondrinos. Qué asquerosidad. El caso de Chavín es una prueba que la conciencia no tiene precio. Hacen cola y pelean por un panetón. Hasta las ratas gigantes llegan jadeante reclamando sus canastas. Qué desgracia. Una verdadera juventud sacaría en burro y calatos a estos miserables pordioseros que roban al pueblo.

Pero, en la hora de los hechos, uno a uno se desbanda, y quedan solamente los líderes honestos. No hay honor ni dignidad en Chavín, convirtiéndose en ejemplo de la escoria mundial.

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