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El pueblo de Chavín sigue como en los tiempos pasados. Los dirigentes roban y no pasa nada. Ya habíamos denunciado de una supuesta organización criminal.
También apuntamos que la nueva directiva de la comunidad campesina de Chavín, era la misma chola con diferente atuendo, pues como dirigente estaba el hijo de la hermana del tremendo traidor Juan Peve Chuquispuma, y vástago de un farsante venido de otro pueblo. Todos metidos en la misma vaina.
Los hechos que se producen son tan escandalosos en el distrito de Chavín. Los comuneros conviven con los individuos que les han traicionado y que se convirtieron en millonarios. Los chavineros conocen perfectamente quienes son los ladrones de la plata del pueblo, de que existe un círculo mafioso que domina al pueblo. Pero este amarre sucio poco les interesa. No sabemos qué tendrán en su cabeza los comuneros que eligen a las ratas y todavía les besan las manos. Hace muchos años varios ex alcaldes se corrieron de Chavín, después de 2 décadas retornaron, como si nada hubiera pasado, puros y santificados.
Los malos dirigentes de la comunidad campesina robaron la plata otorgada por el gobierno y visiblemente se compraron terrenos, tractores y otros bienes en la costa. Después de un tiempo volvieron, al pueblo que les robó, dándose ínfulas de moralizadores, y de paso metieron su cabeza haciéndose pasar como santos y ahora son los que patrocinan la corrupción.
Chavín es un pueblo donde se ha enraizado el mal y la corrupción. Quizás en el mundo sea el peor pueblo que ama la corrupción. La ignorancia es bárbara. Por eso se les atribuye los términos degradantes como: “chapla tenía que ser”, considerándolo que como el peor salvaje de los humanos; “local manda”, dado a que sus acuerdos deben cumplirse, aunque fuesen irracionales, a pie juntillas porque ellos lo quieren así; “los acuerdos tomados fuera de Chavín no valen”, para tener validez debe suscribirse en Chavín. “Los comuneros tienen que ser votantes” … y otras tantas idioteces.
Existen contradicciones macabras, insólita, increíbles que son condenables inaceptables para personas de sano juicio o tengan cerebros. Pues no podemos entender cómo los dirigentes de la Comunidad Campesina de Chavín, habiendo acordado en asamblea, no vender ni un metro más de tierras a Milpo, meses después lanzan al inodoro los acuerdos tomados, y venden, como si tratase de un juego de niños, 626 hectáreas de tierras haciéndolo pasar por una hectárea. Y lo más insólito, que no cabe en personas con facultades mentales -eligen como miembro directivo al mismo grupo que perpetró la traición al pueblo de Chavín- cometiendo un acto de traición y abalando la corrupción. ¿Tendrán cerebro esta gente?
Toda esta maniobra repugnante y descabellada tiene un precio. El precio es el soborno y los millones de soles que llegan a los bolsillos de los más sinvergüenzas. Antes de las elecciones cada quien tenía programas radiales, donde supuestos gallos cacareaban los hechos siniestros, levando el pecho y las alas como moralizadores. Después de las elecciones, todos se callaron. Los corruptos muy felices, saboreando los millones de soles. ¿Dónde están esos jóvenes que gritaban y decían amar a su pueblo?
NB: Los artículos publicados en esta sección de Opinión Libre son de entera responsabilidad de sus autores. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com
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