Foto de fondo: la cirrosis invade el higado. Este enfermedad silenciosa tiene como origen la obesidad y el diabetes. Todas las bebidas azucaradas con gas deben ser eliminadas de la dieta cuotidiana.
La gaseosa es la bebida que más se consume en todo el Peru, pero también es una de las más nocivas para la salud. Problemas metabólicos, obesidad, osteoporosis, diabetes, malestares cardíacos, y cuadros alérgicos serían algunas de las consecuencias de consumir este producto, advirtió el Dr. Santiago Mestanza, gastroenterólogo del SISOL.
Esta bebida está compuesta por carbohidratos refinados, además de edulcorantes artificiales como la tartrazina y el aspartamo, que pueden desatar cuadros alérgicos desde catarros, secreción nasal, urticaria, rinitis estacional y asma.
La gaseosa es el principal generador de problemas metabólicos porque contiene fructosa, que altera la insulina y la leptina (a nivel de la glucosa) provocando diabetes, falta de apetito o apetencia voraz por algunos alimentos.
“Está demostrado que un vaso regular de gaseosa equivale a 150 calorías, que son de 8 a 10 cucharaditas de azúcar. Si esa persona no hace actividad física regular, esas calorías se almacenan como energía, colesterol, triglicéridos; lo que provoca obesidad, sobrepeso, o diabetes”, indicó el especialista.
En el caso de las gaseosas oscuras, contienen cafeína que tiene propiedades adictivas, además que alteran el sistema nervioso, el sistema cardiovascular, y provocan palpitaciones.
Los productos “ligth” tampoco son garantía de salud. Según estudios realizados en Estados Unidos, comparando con las bebidas regulares, está demostrado que ambas llevan al sobrepeso, a la obesidad y pueden producir osteoporosis, hígado graso, síndrome metabólico y formación de cálculos renales.
“El ácido fosfórico de las gaseosas puede provocar la descalcificación ósea, e incluso puede facilitar la fractura de cadera en niños y adolescentes al momento de hacer deporte”, refirió Mestanza.
También crea erosión del esmalte en la cavidad bucal, ocasionando caries. Aclaró que el agua no diluye la capacidad de la fructosa ni la concentración de cafeína, que tiene la gaseosa, por lo que consumirlo no disminuye sus efectos dañinos. Dijo, además, que las bebidas blancas tienen poco sodio y potasio, por lo que es preferible tomar agua pura o una bebida hidratante, nunca un energizante.
En lugar de gaseosas se recomienda consumir agua, leche sin lactosa o descremada, jugos naturales bajos en azúcar.