Un sector pensante y digno de la población peruana hace un  llamado a los ciudadanos honestos, deliberantes, que tengan profunda identidad nacional, para que salgan en defensa de la peruanidad, evitando que el país se convierta en un narco estado y en una dictadura cruel, como sucedió en la década de 1990.

Con sorpresa hemos escuchado y visto como la mayor parte de los periodistas con el cuento de ser independientes, hipotecando su conciencia, se han dado el lujo de orientar sus informaciones y opiniones, a favor de un candidato, al estilo de la época de Montesinos, como si los observadores seamos unos tarados. Quienes hemos vivido y visto cómo durante el gobierno más corrupto de la historia se traficaba con la verdad previo pago de cientos de miles de soles, en la “salita” del SIN, recordamos y repudiamos esa macabra vida que predominó contra el Perú, de los periodistas que vendieron su conciencia, y que hoy nuevamente, según las denuncias públicas, vienen actuando, simulando ser periodistas libres.

Este domingo 5 el pueblo peruano solamente tiene 2 opciones: La democracia o la dictadura; el narco estado o un gobierno donde predomine la moral y las buenas costumbres. Este es el clamor de la población peruana en que tiene que escoger uno de los caminos.

 

 

 

Lo que sucede que quienes luchan por el imperio de la corrupción, manipulando la información, no lo hacen gratis, sino previo pago por la venta de su conciencia. Como decía un poeta, en Verdades Amargas, “El mundo es un mercado donde se compra honores, voluntades y conciencia”.

La prensa peruana, en su mayoría, se ha prostituido. Los periodistas son mercaderes, adulan a quienes les pagan y crucifican a los que son duros de soltar dinero.  

En Chincha, por ejemplo de 50 periodistas, apenas se puede confiar en un mínimo de 5 periodistas. Los demás, 45, se dedican al chantaje, coima y “sicariato” periodístico. Por esa razón los votantes eligen “al que roba pero hace obras”.

 

El domingo sabremos si el Perú tiene identidad, o simplemente son unos espantapájaros con sangre.