Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

José Alberto Navarro Grau, hombre con todos los pergaminos y poderes, asesorado por Radio Periódico El Chasqui, “hijo” predilecto de Navarro, se hace cargo de la Municipalidad provincial de Chincha, catalogado también haber nacido en cuna de oro, por sus “vástagos”, en el año 1993.

Se dijo, entonces, que era una bendición de Dios que el ex ministro de Educación llegara a ocupar la alcaldía de Chincha, dada a su capacidad y poder económico, porque no robaría nada. Falso de toda falsead. La historia negra está por escribirse. Documentos sobran.

Esta vez, solamente nos ocuparemos de uno de sus latrocinios de Navarro, donde al final tubo que saborear el polvo de su derrota, porque las “neuronas derrotan a neuronas”. José Navarro Grau llegado al poder, era el amo y señor de Chincha. Hasta los rayos del sol no podían llegar de frente. Tenía los poderes económico y político.

Además, era demagogo completo, cuyas palabras calaban, embrutecían a las personas ingenuas formando acólitos y guerrero a causa de José Alberto.

En el año 1995, José Navarro Grau, tuvo que enfrentarse a los moradores de Condorillo Alto, que en ese tiempo pertenecía a Alto Larán, de acuerdo a la Ley de su creación, y a Eucadio Gutiérrez que defendía los intereses del distrito de Alto Larán. Además, El Chasqui, brazo derecho hablante de Navarro, era incompatible con la posición periodística de Eucadio.

Es así que José Alberto Navarro Grau, sacó 7 resoluciones, reconociendo a Condorillo Alto como Centro Poblado Ganadero, parte de Chincha Alta, violando la ley.  Las resoluciones salían a cada rato rectificando errores, como las plagas de Egipto. Los dirigentes traidores que recibían favores de Navarro Grau aplaudían el cercenamiento del distrito de Alto Larán, donde su títere era Justo Leiva Tello. Demostración del poder, corrupción y aquí no pasa nada.

No pudiendo la alianza nefasta: Navarro-El Chasqui-Malos dirigentes de Condorillo Alto, detener la lucha emprendida por Eucadio que defendía el patrimonio territorial del distrito de Alto Larán, que incluso -por el poder asqueroso- cerraron el Centro de Educación Inicial No. 410; el ex ministro entabló una querella contra Eucadio Gutiérrez Solano, pretendiéndolo amordazar para que no sigue hablando y defendiendo los intereses del distrito de Alto Larán y complacer a la lacra periodística de la calle Lima. Fue momentos una lucha titánica. La dupla del periodismo sucio con el alcalde rico hizo escarnio del honor y dignidad de Eucadio y de su familia, durante 3 años. La maldad no prosperó, a pesar de lo dardos venenosos lanzados por El Chasqui.  

La querella llegó a las manos de Eucadio. Cinco días de análisis constó la demanda de Navarro. Las neuronas de Eucadio se prepararon para la defensa contra la demanda de Navarro. Eucadio estaba frente al poder económico y político, un mini dios. Quién sea tenía miedo, pues en las manos de Navarro estaba todo. Entonces se estudió derribar los argumentos jurídicos, supuestamente redactados el abogado Cabrejas, petición del político de cunas de oro, de un ex ministro poderoso. Al comienzo, hasta los jueces se burlaron, durante la instrucción. Por nuestra parte estábamos seguros, con la argumentación. Sabíamos el final, porque las neuronas nunca engañan. Pero, con la plata se podía hacer cualquier cosa.  De modo, tenía que guardarse la prudencia. Por fin, ganamos la querella. Nuestras neuronas triunfaron. No alardeamos por dicho motivo, ni salimos desnudo como Arquímedes, por las calles. Basta apuntar el fusil y asunto solucionado. Hasta ahora seguimos de pie.

Nosotros jamás hemos sido vengativos, rencorosos, ni pedimos pago por daños y perjuicios. Allá por los años 2002, le preguntamos al alcalde más poderosos del Perú, por el juicio que perdió. Dijo, -Me descuidé. Quedamos como amigos. Pero la verdad debe saber la generación que viene. Tenemos las pruebas, grabaciones de la perversidad por la alianza de la podredumbre y la prensa que hace mucho daño, al pueblo, a Chincha, pero tarde o temprano se sabe la verdad.

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