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“La ideología elitista del currículo tradicional es un gran fracaso de las escuelas peruanas”

León Trahtemberg, líder pedagógico del Áleph School, expresó su preocupación por el enfoque del sistema educativo peruano, destacando la falta de empatía hacia los estudiantes

Sus reflexiones, que serán profundizadas en CADE Universitario 2024, abogan por un cambio fundamental en la manera de abordar el bienestar estudiantil, superando los métodos comparativos y rígidos que prevalecen en las escuela
Sus reflexiones, que serán profundizadas en CADE Universitario 2024, abogan por un cambio fundamental en la manera de abordar el bienestar estudiantil, superando los métodos comparativos y rígidos que prevalecen en las escuela

 

En el marco de CADE Educación 2024, León Trahtemberg, líder pedagógico del Áleph School, ofreció una mirada crítica sobre el enfoque del bienestar estudiantil en el reciente Mensaje a la Nación y expuso las carencias del mismo en relación con la realidad educativa del país.

 

Estos hallazgos, según indicó, serán profundizados más adelante en el CADE Universitario 2024, donde se explorarán con mayor detalle las estrategias necesarias para enfrentar los desafíos actuales en el ámbito educativo.

 

Trahtemberg señaló a El Comercio que el discurso presidencial se centró en cifras y logros materiales, dejando de lado los aspectos emocionales y afectivos que son fundamentales para una verdadera empatía hacia los niños y adolescentes. Según él, “un discurso elaborado para ser una memoria triunfalista en términos de soles, ladrillos y kilómetros no da cabida para los mensajes de afecto y emoción”. Este enfoque, en su opinión, refleja una falta de comunicación genuina que debería haberse dirigido directamente a los estudiantes con un mensaje afectuoso y empático.
 

 

Durante la entrevista, Trahtemberg también criticó la vigencia del sistema SiseVé, implementado durante el gobierno de Vizcarra, describiéndolo como un “invento maligno” que ha burocratizado a los colegios, desviando su rol pedagógico y psicológico hacia un enfoque legalista y judicializador. Para él, “judicializar los incidentes escolares evita que finalmente los involucrados enmienden y reparen”, y propone devolver a los colegios la capacidad de manejar estos casos internamente, con mayor discrecionalidad.
 

En cuanto a cómo debería evolucionar el Mensaje a la Nación, Trahtemberg destacó la necesidad de que este refleje una visión de país en la que la educación y el bienestar jueguen un rol central. “El mensaje debiera comunicar la visión de país que tiene el gobernante y el rol que en ella cumple la educación”, dijo, subrayando la importancia de una conexión personal y emocional entre el líder y la población, especialmente con los más jóvenes.
 

Mirando hacia su participación en CADE Educación 2024, Trahtemberg expresó su esperanza de que su exposición no “caiga en saco roto”, como ocurre con muchas intervenciones convencionales. Asegura que “la educación peruana se está debilitando y los parches cosméticos no la transformarán”. Por ello, busca confrontar directamente las fallas del sistema educativo, alejándose del discurso políticamente correcto y reiterativo.

 

Finalmente, Trahtemberg enfatizó la relación entre el bienestar estudiantil y la calidad educativa, argumentando que “los estudiantes con buena salud mental y bienestar están más conectados socialmente, son más productivos, y tienen una mayor disposición para un aprendizaje efectivo”. Además, reiteró su crítica al SiseVé y llamó a una autocrítica del sistema educativo, que a menudo culpa a estudiantes y docentes por problemas que, según él, son producto de un diseño educativo rígido y autoritario.

 

Trahtemberg concluyó con un llamado a los gobernantes para que se “liberen del complejo de inferioridad que ha caracterizado al sistema educativo peruano”, y que se atrevan a desarrollar un modelo propio, adecuado a las necesidades y realidades del país, en lugar de depender de paradigmas extranjeros. Con estas reflexiones, espera que su participación en CADE Educación 2024 impulse un cambio significativo en la percepción y tratamiento del bienestar estudiantil en las futuras políticas educativas del Perú.

 

“Uno de los grandes fracasos de la escuela y el currículo tradicional es su ideología estructuralmente elitista. Esta ideología considera normal que solo el ‘tercio superior’ logre lo esperado y sea premiado, mientras que el resto de los estudiantes se distribuyan en el espectro de los ‘fracasados,’ condenados a vivir a la sombra de los primeros. Por más esfuerzos que hagan, los logros de los alumnos se evalúan de manera comparativa, a través de rankings o escalas de notas, en lugar de basarse en la línea de partida de cada uno, considerando sus capacidades reales, intereses, talento, pasión, dedicación y desarrollo personal, que son, en realidad, los que definirán su éxito y valor futuro”, agregó.
 

Fuente: EC

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