La vida política de Wilfredo Oscorima Núñez ha dado tantas vueltas como una de las ruletas de sus casinos. En 2015, después de haber sido condenado a cinco años de prisión por un caso de corrupción, se dio a la fuga. Como en el viejo Oeste, las autoridades ofrecieron una recompensa de S/50.000 a quien delatara su ubicación.
Al año siguiente, fue detenido y encerrado en el penal de Cachiche para que cumpliera la sentencia.
Pero antes de esto, en 2017, consiguió salir en libertad, ganó por tercera vez las elecciones regionales y fue uno de los primeros gobernadores que al asumir funciones en 2023 saludó a la presidenta Dina Boluarte. Ella comenzó a llamarlo “wayki” (hermano, en quechua).
Aunque no existe una versión oficial sobre la vida de Oscorima antes de convertirse en gobernador regional de Ayacucho en 2011, su figura se envuelve en un manto de misterios y leyendas. Una de las historias más conocidas apunta que su fortuna se debería, irónicamente, a un azar: un empresario chino sin familia en el Perú, quien vio en el joven cangallino la figura de un hijo, le heredó su negocio.
Sin embargo, el sociólogo Jaime Antezana ha incursionado en los orígenes de Oscorima y encontró que dejó su tierra natal con poco más de 10 años, siendo acogido en Lima por un hombre llamado Mariano Benítez, un militante del Partido Socialista Revolucionario (PSR), integrado por Enrique Bernales y exmilitares velasquistas. Siendo estudiante de secundaria, Oscorima se sumó al movimiento estudiantil influenciado por el PSR.
Entre 1983 y 1984, cuando Wilfredo Oscorima era un veinteañero, un empresario llamado José Poblete Vidal lo contrató para que trabaje en Bingo Star, ubicado en el centro de Lima. Astuto y muy hábil, logró escalar en el negocio hasta que fue nombrado administrador del establecimiento. Entre 1993 y 1994, durante la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, un banco embargó el bingo. Para evitar el embargo de las máquinas, Oscorima las trasladó a otro local, en la avenida Colmena (Nicolás de Piérola). Así comenzó su primer negocio.
José Poblete murió en Lima el 11 de abril de 2012, según algunas versiones, sintiéndose traicionado por Oscorima. Los hijos de Poblete tampoco lo quieren ver.
Negociazo. Empezó como modesto administrador de un bingo, ahora es dueño de Oscorp. Foto: difusión
Negociazo. Empezó como modesto administrador de un bingo, ahora es dueño de Oscorp.
¿Fue todo mero azar? De acuerdo con el sociólogo Antezana, en ese mismo periodo, Oscorima se vinculó con la abogada Grace Riggs Brosseau, conocida por su vinculación extramatrimonial con Montesinos. ¿Cómo ayudó Grace Riggs al enriquecimiento de Wilfredo Oscorima? Como se sabe, el gobernador regional ayacuchano prefiere el silencio.
Ya millonario, Oscorima regresó a Ayacucho para lanzarse como gobernador regional por Alianza para el Progreso (APP). No se alojó en una vivienda, sino en el hotel más caro de Ayacucho: el Hotel Plaza, antes conocido como el Hotel de Turistas. Ganó la competencia electoral y asumió funciones en 2011.
Candidato por el partido del singular y pintoresco politico César Acuña.
En 2014 volvió a triunfar, pero por la Alianza Ayacucho Renace. Sin embargo, no pudo completar su mandato, que se inició en 2015, por el juicio y condena por corrupción, entre otras denuncias penales que enfrentaba.
No pudo culminar su segunda gestión, puesto que fue cesado e inhabilitado por 3 años para ejercer cualquier función pública. También se le ordenó pagar una reparación de S/1 millón 309.000, además de los 5 años de carcelería.
Estuvo en la clandestinidad por 9 meses, hasta que fue capturado la noche del 28 de marzo de 2016. Los efectivos policiales encargados del operativo denunciaron que Oscorima les ofreció S/100.000 por dejarlo libre. Ese es el perfil del gobernador ayacuchano. Busca congraciarse regalando dinero o prestando relojes Rolex.
Pasó varios meses preso en el penal Cristo Rey de Cachiche, en Ica. Se le imputó el delito de negociación incompatible en la compra de maquinaria pesada que tuvo un costo total de S/18,3 millones. Pretextando una situación de emergencia, orientó la adquisición a una empresa de su conveniencia, causando un perjuicio económico de S/1 millón 309 .000.
Poco más de un año después de su detención y reclusión, fue absuelto, el 16 de mayo del 2017, por una Sala Penal Permanente Suprema presidida por el exmagistrado Javier Villa Stein, conocido por su tendencia fujimorista. De hecho, el abogado de Oscorima fue César Nakazaki, defensor de Fujimori. Aquí no hay coincidencias.
Amigos y hermanos. La cercanía con la presidenta le ha permitido a Oscorima obtener millonarias transferencias para obras públicas en Ayacucho.
Sin embargo, ni haberse dado a la fuga ni la humillación de una recompensa por su cabeza ni la temporada en la prisión de Cachiche afectaron a Oscorima en las elecciones de 2022. Postuló por el Movimiento Regional Wari Llaqta, y cosechó una amplia victoria (46,79%), siendo innecesaria una segunda vuelta. Pese a todos sus antecedentes, los ayacuchanos votaron por Oscorima.
El movimiento Wari Llaqta, que lo llevó a su última victoria, fue fundado y es presidido por Esperanza Rojas Gutiérrez, una empresaria que hizo fortuna mediante contrataciones con el Gobierno Regional de Ayacucho, durante las gestiones de Oscorima. Según la exconsejera regional ayacuchana Elizabeth Prado Montoya, las empresas de Rojas ocasionaron S/34 millones en pérdidas.
“La victoria de Oscorima nos dice bastante de la cultura política de Ayacucho. Su lema ‘hechos y no palabras’ es lo mismo que ‘roba, pero hace obras y da trabajo’. Detrás de las obras hay un conjunto de irregularidades que la ciudadanía no ve o prefiere no ver”, explicó el politólogo ayacuchano Lincoln Onofre Lagos.
“Las encuestas dicen que la mayoría de ayacuchanos está en contra de la corrupción, pero siempre que no esté cerca a nuestro ámbito. Cuando eso pasa, no solo nos hacemos de la vista gorda, sino que hasta lo justificamos. Eso se vio en campaña, con quienes defendían a Oscorima”, añadió Lincoln Onofre.
No pasó ni un año desde que volvió a asumir el máximo cargo en el Gobierno Regional de Ayacucho y Oscorima ya estaría abandonando a Wari Llaqta para formar el nuevo movimiento Trabaja Ayacucho, que utiliza incluso el mismo eslogan: “Hechos y no palabras”. En realidad, es una frase del dictador Manuel Odría (1948-1956).
Para lograr su inscripción, el movimiento convocó a una pollada bailable millonaria, con la presencia de hasta 7 artistas reconocidos en la región. Según fuentes consultadas, los trabajadores del Gobierno Regional de Ayacucho fueron forzados a participar y consumir. Según el registro de afiliación a partidos políticos, Oscorima sigue militando en Wari Llaqta, y de conformarse su nueva agrupación Trabaja Ayacucho, sumaría su cuarta agrupación política, al menos oficialmente.
¿Cuál será la próxima jugada de Oscorima? Ni la ruleta lo sabe.
Fuente: La Republica
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