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Por: Esteban Saldaña Gutiérrez - Ingeniero Industrial
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No soy vocero del gobierno, ni pretendo serlo, pero la información que vengo proporcionando, sobre el dinero que viene destinando el gobierno para hacer frente a los desastres ocasionados por la naturaleza, es sobre todo para alertar a la población que existe un dinero y que ese dinero tiene que ser utilizado por el alcalde exclusivamente en la reparación de los daños ocasionados por las lluvias, llámese reconstrucción de caminos, carreteras, acueductos, etc.
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Las normas expedidas van más allá y se refiere al modo, forma y control de ese dinero. En primer lugar el alcalde, conjuntamente con la población, debe evaluar los daños y preparar algo así como un listado, técnicamente denominado EDAN. Luego ese listado debe ser remitido y registrado en el INDECI, conjuntamente con las actividades a desarrollarse, categorizado como de emergencia.
« Ser declarados en emergencia es algo asi como el ¡Ábrete, Sésamo! Esta palabra mágica les permite al alcalde andino de contar con dinero que puede ser gastado a su discrección. »
Esta información es procesada por el INDECI, para luego ser aprobada en el acto. Solo y solo sí y cuando el INDECI apruebe el EDAN el alcalde podrá hacer usos de ese dinero. Finalmente y al término de los trabajos de reconstrucción el alcalde está obligado a elaborar un informe y hacer de conocimiento a la población, a través de su página web u otro medio, sobre el uso de los cien mil soles, además de remitir todas las facturas a la Contraloría General de la Republica, para su revisión.
Por ello los comuneros y pobladores en general de los distritos de Castrovirreyna, San Juan de Castrovirreyna, Huamatambo, Arma, Ticrapo, Santa Ana, Mollepampa y Cocas deben estar atentos por cuanto el DS 026-2017-PCM ya ha sido publicado en el Peruano, declarando en emergencia esos distritos y el siguiente paso es el desembolso o transferencia, que debe darse la semana próxima.
Amargas experiencias nos ha tocado vivir. Alcaldes que simplemente no comunican sobre la existencia de esa partida y luego en compañía de sus pares, asesores inescrupulosos y secuaces simulan compras y atención a los damnificados,elaboran falsos informes y el dinero termina en los bolsillos del propio alcalde y sus compinches, corruptos de toda la vida, sin impórtale la desgracia que vive su pueblo a causa de los desastres naturales.