ZÚRICH/GINEBRA, 9 sep (Reuters) - La seguridad de una posible vacuna contra la COVID-19 es “lo primero y más importante”, dijo el miércoles el jefe científico de la Organización Mundial de la Salud, después que el ensayo de la principal candidata de AstraZeneca se detuviera debido a las preocupaciones sobre los efectos secundarios.
El lanzamiento de una vacuna eficaz se considera un paso crucial para ayudar a las maltrechas economías a recuperarse de la pandemia de coronavirus.
“Sólo porque hablemos de velocidad... no significa que empecemos a comprometer o a recortar lo que normalmente se evaluaría”, dijo la doctora Soumya Swaminathan en un evento celebrado a través de las redes sociales.
La jefa de científicos de la Organización Mundial de la Salud, Soumya Swaminathan, en la rueda de prensa de este miércoles.
“El proceso todavía tiene que cumplir con las reglas de juego. En el caso de los medicamentos y las vacunas que se administran a las personas, hay que comprobar su seguridad, ante todo”, dijo.
Los responsables de la OMS no respondieron de inmediato a las preguntas de Reuters sobre la decisión de AstraZeneca de hacer una pausa en los ensayos mundiales —incluidos los grandes ensayos en fase avanzada— de su vacuna experimental contra el coronavirus debido a una enfermedad inexplicable en un participante del estudio.
La vacuna, que AstraZeneca está desarrollando con la Universidad de Oxford, ha sido descrita anteriormente por la OMS como probablemente la principal candidata del mundo y la más avanzada en términos de desarrollo.
La OMS se encuentra en medio de la búsqueda de apoyos para una coalición mundial, llamada ACT Accelerator, con la esperanza de distribuir equitativamente vacunas, tratamientos y diagnósticos para el nuevo coronavirus tanto a los países ricos como a los pobres.
Además de los 92 países de bajos ingresos que solicitan ayuda, unos 79 países más ricos han manifestado su interés, y el 18 de septiembre se ha fijado un plazo para los compromisos vinculantes.
Sin embargo, algunos países que han llegado a sus propios acuerdos sobre vacunas, incluidos Estados Unidos, no se han sumado al esfuerzo de la OMS.
El plan de asignación de vacunas globales anti-COVID-19 de la coalición ACT Accelerator, llamado COVAX, espera tener suficientes vacunas para haber distribuido 2.000 millones hasta finales de 2021, aunque la recaudación de fondos concretos, hasta ahora, se ha rezagado respecto de los objetivos.
La compra por volumen y los posibles precios escalonados que ofrecen algunos fabricantes podrían ayudar a que la vacuna sea más asequible, dijo Swaminathan.
“Es necesario que nos unamos. Esencialmente, si cada país y cada organización trata de hacer esto por su cuenta, va a ser largo, duro y difícil”, dijo. “Esta es la primera vez que el mundo necesitará vacunas en miles de millones de dosis”.
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