Entre la prohibición total y el uso regulado de pólvora y de productos pirotécnicos se balancea un trabajo ancestral  convertido en  industria, y  que ha ocasionado miles de muertos y mutilados por su uso indebido. Los menores de edad, por  “la inadecuada supervisión parental”,  son los que  sufren mayormente lesiones por la manipulación de pólvora, especialmente durante las celebraciones de navidad y año nuevo, anota la  Organización Panamericana de la Salud  (OPS).

Cada año, las quemaduras en general ocasionan unas 265 000 muertes al año, en su gran mayoría en los países de ingreso bajo y mediano, ahonda la OPS. Cuando las víctimas corren con mejor suerte y no fallecen a causa de las quemaduras, les sigue  “una  hospitalización prolongada, desfiguración y  discapacidad, lo que suele generar estigmatización y rechazo”, según esa Organización.
 
La fabricación y venta de esos artefactos mortales algunas veces no está debidamente regulada, o cuando está prohibida,  funcionan ventas clandestinas de ese mortal juego.

Esos artefactos explosivos mal manejados conducen a afectar la salud de las personas, congestionar los servicios de urgencias en los hospitales y aumentar el gasto en salud pública. Es doloroso ver niños mutilados, con la piel cercenada, inaguantables dolores, a veces debatiéndose  entre la vida y la muerte. El drama se transmite a sus familiares y desestabiliza de momento los planes ordinarios.

 

 

 

 

En Colombia en la materia rige la Ley 670 de 2001, que   prohíbe en todo el territorio nacional la venta de dichos artículos a menores de edad y a personas en estado de embriaguez,  y  prohíbe totalmente la producción o fabricación, la manipulación o uso y la comercialización de artículos pirotécnicos y fuegos artificiales que contengan fósforo blanco. Si  los padres o cuidadores  toleran que  los niños  usen pólvora en  la temporada de fin de año, aquellos pueden ser  sancionados pedagógicamente, adelantar   trabajo comunitario, sancionados económicamente  o con  el retiro de la patria potestad. Sin embargo los accidentes por ese motivo han continuado, aún antes de empezar la Navidad.

Si no detecta el peligro, no celebra seguro, por tanto "Detecta el peligro, celebra seguro”, es la campaña que se adelanta en Perú desde el pasado jueves 1º de diciembre.

@luforero4