Los chinos fueron cientos de miles en el Perú desde 1851

El Perú es país de múltiples culturas. La presencia china en el Perú se manifiesta no sólo en la gastronomía y otras costumbres. Una de las más bellas son los fuegos artificiales, subrayo, de origen chino. La presencia hispana trajo los “castillos” de las ferias que se ven en todo el país y las “avellanas” los cohetes que se lanzan desde una botella y cuyo estruendo avisa a todos que la fiesta va a comenzar o ya está en pleno desarrollo. Sirve, también, como mensaje entre los comuneros por algún asunto peligroso. Es una contraseña que ayuda a todos a actuar simultánea y rápidamente.

¿Por qué revientan cohetes los chinos? "Revientan cohetes" para ahuyentar los malos espíritus, alejarlos, cerrarles el paso. Los chinos son un pueblo fantasioso y creen en los malos espíritus. Por ello, alejan a los “demonios” en las fiestas nacionales como el Año Nuevo Chino como en las fiestas locales y regionales.  Nosotros recibimos a cientos de miles de chinos cantoneses y "reventamos cohetes" no para alejar a los malos espíritus sino como expresión de alegría, triunfo, reconocimiento, éxito, victoria y celebración.

Desde niños los limeños hemos salido a comprar cohetes o "cuetes" con nuestras propinas y desde fines de octubre y/ o noviembre ya estábamos "reventando cohetes" a escondidas; cohetes comprados en el "chino de la esquina" que tenía unos "cohetones" de color rojo intenso, de abundante pólvora apretujada al fondo y de mecha larga que eran los más apreciadas para evitar que reventaran al momento de “prenderlos.  Esos cohetes reventaban con enorme estruendo dañando nuestros oídos. Había, también, los "cohetecillos" destinados a los más pequeños. Los mayores nos enseñaban a reventarlos y los hacían "reventar" sujetándolos en las puntas de los dedos demostrando su valentía y su mayoría de edad.

La presencia de la cultura china en Lima y en la Costa peruana se refleja en esta costumbre de todos: "reventar cohetes" o "cuetes" masivamente. Y más adelante, lanzar fuegos artificiales a las mayores alturas y con gran vistosidad. Se trata de la presencia moderna de  china con fuegos artificiales de gran calidad, los que se venden en ferias y lugares apropiados. Si embargo, la informalidad –más del 80% de las actividades en el Perú con informales- es la que provee de enormes cohetes que son un peligro porque son hechos sin conocimientos técnicos. Así, se han inventado las “ratas”, la “rata-blanca”, la “mamá-rata” y  otros cohetes de estruendo que son realmente un peligro.

La forma como se “revienta cohetes”  o se lanzan “fuegos artificiales o de artificio” en el Perú no se repite en otros países. Algo vi en Brasil cuando amigos cineastas reventaron un cohete  cuando recibieron la noticia de un premio obtenido por una película. Igualmente, la cultura del “cohete” no es así en China ni en otro lugar del mundo en donde todos pueden comprarlos en Ferias o en algún lugar clandestino, es fruto de la informalidad.

La presencia de la CULTURA CHINA es mayor de lo que suponemos. En la enorme diversidad cultural peruana enriquecida por las distintas migraciones internas y de otros pueblos, la presencia cultural china es muy fuerte, lleva más de siglo y medio, y se acrecienta con el paso del tiempo: el mayor social comercial del Perú es China y el comercio por el Pacífico nos acerca aún más. Es cierto que no es lo mismo la cultura china actual del mundo globalizado, Internet, la revolución científica y tecnológica y el mercado mundial respecto de la presencia china en la segunda mitad del siglo XIX y a lo largo de todo el siglo XX.

Los chinos fueron cientos de miles en el Perú desde 1851, cuando llegaron en condiciones de semi-esclavitud remplazando a los negros y a los traídos de Oceanía por los ex – negreros convertidos en “chineros” porque la importación de negros fue prohibida. La historia de las familias “chineras” es oscura y malvada porque se maltrató a los chinos con tanto odio y prejuicio que miles de ellos prefirieron el suicidio a vivir en las condiciones tan extremas a las que fueron sometidos.

Los chinos-peruanos, felizmente, lograron liberarse durante la Guerra del Pacífico aprovechando el debilitamiento de la sujeción del poder y leyes injustas. Huyeron de las haciendas en donde eran explotados y oprimidos brutalmente hacia las ciudades en donde se establecieron, ingresaron a los negocios, especialmente al comercio.

El Barrio Chino –la calle Capón fue el epicentro-- de Centro de Lima fue uno de los lugares en donde se concentraron los chinos en los callejones y casonas. De la misma forma ocurrió en las principales ciudades de la costa peruana y del interior.

Somos únicos en viejas costumbres milenarias, virreinales, hispanas, africanas y asiáticas. Es una ventaja peruana la diversidad cultural y la convivencia entre culturas, la transculturación y la interculturalidad. Los conceptos sociológicos nos ayudan a entender nuestra realidad. La historia como ciencia nos ayuda aún más a conocer la realidad actual: de dónde venimos y adónde vamos.

En esta costumbre de "reventar cohetes", o "cuetes" en el léxico infantil, juvenil y popular somos herederos de la cultura china que está presente entre nosotros más de lo que imaginamos. Eso sí, con nuestra particular expresión de espontaneidad e informalidad. Porque no todo es informalidad. Hay mucho de costumbre familiar y de barrio, costumbre que ha ido creciendo como la celebración del Año Nuevo Chino y la presencia de tigres y dragones en las calles cuyo movimiento y ritmo es marcado por gigantescos tambores, platillos y cohetes que se revientan para ahuyentar los malos espíritus.

Todo bien.