Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista en Saluderecho

Desde hace más de una década, se ha hablado de  la “crisis de personal sanitario que atraviesa el mundo”; del déficit de médicos, parteras, farmacéuticos, enfermeras, etcétera; todos con una misión social, como ninguna otra profesión. 

En el mundo faltarán 12,9 millones de trabajadores de la salud en 2035. En 2013   esa cifra se ubicó en los 7,2 millones, indica un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), titulado “Una verdad universal: no hay salud sin agentes sanitarios".

La falta de fuerza de trabajo sanitaria, se adjudica entre otras causas a que el personal que se retira no es reemplazado en la misma medida. Esto es lo que llaman “la otra cara de la moneda”, en el estudio Colaboremos por la salud de 2006 de OMS.

Esa elección para la vida, de capacitarse en enfermería, se convierte en una ubicación laboral segura y un desafío para alcanzar la  cobertura sanitaria universal. El  60% de los puestos de trabajo en  salud, lo ocupan  enfermeras y enfermeros; sin embargo su falta es  una amenaza para la atención primaria en salud, que es donde la enfermería es  clave.  Dicha escasez  se torna más grave en las zonas rurales, desatendidas, comunidades vulnerables y remotas.

De acuerdo a  estándares internacionales, se  requieren   23 médicos, enfermeras y parteras por cada 10.000 habitantes para ofrecer  servicios esenciales de salud a la población. Este umbral lo tienen 5 de los 49 países clasificados por el Banco Mundial como países de ingresos bajos.

En los otros 44 países,  la deficiente atención del  parto y servicios de emergencia y especializados a  recién nacidos y niños pequeños, es causa de desenlaces fatales; evitables con suficientes enfermeras.

Como parte de la solución en la escasez de profesionales de salud y de enfermería en particular, se puso a funcionar la nueva Estrategia Regional de Recursos Humanos.

De parte de las autoridades mundial en salud, sugieren implementar en los países “una serie de herramientas para la gestión de las bajas, tanto en tiempos de déficit como de superávit de recursos humanos, con miras a optimizar el desempeño del personal sanitario”.

En el Congreso de la República del Perú cursa el proyecto de ley 2184 del año pasado, que introduce varias modificaciones a la ley 27669 o ley del trabajo del enfermero (a), con el fin de  superar el desface y desatención a esa profesión.

En el Perú se necesita llenar más  de  250 mil  vacantes de enfermeras, para alcanzar los niveles internacionales, y no continuar rezagada en la Región. La OPS envió un mensaje instando “ a todos los países a prestar atención a las señales de escasez de los profesionales de la salud”.

@luforero4