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La última ministra de la Mujer... antes de las elecciones generales del 2021

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), bajo los gobiernos de PPK-Vizcarra, cinco lamentables años perdidos. "Mucha espuma, poco chocolate" como se dice en mi pueblo.

La nueva ministra,  Antonina Rosario Sasieta Morales,  llamada también como la “Señora Ley” afirma tener un “trato cercano con las ciudadanas”, para responder a sus necesidades más apremiantes.. (Fotomontaje)
La nueva ministra, Antonina Rosario Sasieta Morales, llamada también como la “Señora Ley” afirma tener un “trato cercano con las ciudadanas”, para responder a sus necesidades más apremiantes.. (Fotomontaje)

 

Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho 

 

Cinco damas se han desempeñado en el quinquenio PPK-Vizcarra como ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP); la primera fue Ana María Romero?Lozada Lauezzari, (socióloga y política) quien ya  había desempeñado ese cargo (21 de julio de 2002 al 28 de julio de 2003 y del 19 de diciembre de 2003 al 18 de julio de 2006). A ella, tras un año de acompañar al expresidente PPK, la reemplazó Ana María Choquehuanca (política y empresaria), habiendo permanecido menos de un año, cuando fue sustituida por Ana María Mendieta Trefogli (abogada) y ésta por Gloria Edelmira Montenegro Figueroa (Magister en Administración) y ahora la “Señora Ley”, Antonina Rosario Sasieta Morales (abogada).

 

Para todas esas flamantes funcionarias su paso por ese Ministerio ha sido “histórico”; la señora Choquehuanca se dedica ahora a “fiscalizar” el Congreso, otrora su tarima, criticándolo de “cometer la más grave irresponsabilidad política de la vida republicana del país”.

 

La señora Ana María Mendieta Trefogli siempre tuvo como una de sus banderas “la igualdad de género como un bien de la humanidad”.

 

La señora Montenegro prefirió ser ella quien le notificara personalmente al general Daniel Mora, que cursaba una denuncia contra èl por presunta violencia física contra su mujer. Ella con el ministro de educación Ruggiero fueron los tachados o borrados por el nuevo jefe de gabinete para que no hicieran parte del gobierno. Las dos últimas ministras de la mujer provienen de Congresos disueltos o desprestigiados, por lo que se supone que su labor será montarse en las políticas temporales trazadas por sus fugaces predecesoras, o planear nuevas estrategias, en todo caso difíciles de cumplir en menos de un año. En uno u otro caso, los temas primordiales volverán a ocupar todo su tiempo, ojalá  encontrando una luz al final del túnel, en pleno bicentenario del Perú. Han sido poco contundentes o vanas la lucha contra la violencia hacia la mujer y violencia infantil. La violencia contra las mujeres se mantiene en situación latente e invisibilizada (Defensoría del Pueblo).

 

La nueva ministra, de la cual se sostiene que tiene un “trato tan cercano con los ciudadanos”, y se espera sea la última del gobierno Vizcarra, le podría imprimir a sus pocos meses de gestión un estilo castrense; se dice que es muy rígida, sumamente apegada a la letra. 

 

 

Fue teniente alcaldesa del distrito de San Bartolo entre el 2003 y 2006. Ahora como ministra, le aguardan diversas prioridades en su agenda como la mayor vigilancia a los Centros de Atención Residencial, algunos sin licencia de funcionamiento, que “atienden” a adultos mayores en condiciones infrahumanas. En este país el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, es el ente rector en la promoción y defensa de los derechos de las personas adultas mayores.

 

Otro fiasco para solucionar con las que tendrá que verse la nueva ministra, serían las casas de acogidas de menores de edad, en las que continuamente permanecen los interesados en filas eternas   para que decidan los numerosos procesos de adopción, generalmente de parte de familias extranjeras. Igualmente están en el orden del día la apertura de nuevos Centros de Emergencia Mujer, así como hogares temporales, que como loros se han dedicado a anunciar desacertadamente las ministras. 

 

Todas ellas de la misma manera le han sacado el cuerpo a la inclusión en sus planes a las policías femeninas; “parece que no están consideradas dentro del ámbito de la atención del Ministerio de la Mujer” (ASPPUC).

 

Contradictoriamente al lema del MIMP  de estar “Comprometidos por un Perú inclusivo, donde todos y todas vivamos con igualdad y libre de discriminaciones”; la misma suerte de desgreño gubernamental siguen corriendo las mujeres indígenas, las agricultoras, las lideresas, emprendedoras, las defensoras del medio ambiente, las mujeres víctimas de trata de personas y de violencia sexual; pero sobre todo la mujer, por solo hecho de ser mujer; a quienes sus derechos solo existen en teoría.

 

@luforero4
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