Hace poco buscando a uno de los decanos de Farmacia y Bioquímica de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica, ingresamos a la ciudad universitaria. Nos dio tanta pena ver que dicha casa superior de estudios está pasando por la peor crisis de su historia.
El campus universitario se parece una chacra dirigida por un ciego. Se encuentra extremadamente descuidado. Una de las partes nos dijo que la Universidad tiene 2 rectores. De esta dicotomía o fenómeno con 2 cabezas, lo sabíamos hace más de un año, como de la complicidad de la SUNEDU. A la SUNEDU le falta los pantalones, les tiemblan las piernas. Su vacilante actuación la observamos cuando el ex rector hacía y deshacía a vista y paciencia de esta entidad. ¿Dónde están el Ministerio Público, la SUNAT y la Defensoría del pueblo ante tanta corrupción?
La desorganización y los malos manejos tienen una larga historia. Los rectores fueron elegidos una tras otra mediante un manejo político asqueroso. Allí se festinaba, hacía lo que se quería con el respaldo del grupo político pestilente “dueño” de la universidad. El imperio de la corrupción se notaba, desde lejos, por las emanaciones tóxicas que expelían.
Por ejemplo se denunció que el rector de San Luis Gonzaga manejaba el Poder Judicial y la Fiscalía. De manera, las denuncias no prosperaban. Eran neutralizadas con sentencias controvertidas e írritas.
La corrupción es larga, a la universidad entraban libremente los hijos de los catedráticos y trabajadores. Se denunció además que se despilfarraba sin control el dinero, regalando dádivas y enseres a toda la familia sanluisana, comprando conciencias, despreocupándose por la calidad educativa.
Luis Carlos Olivera Saldaña y Américo Aquije Purilla, entre otros han venido destapando la olla, donde se fermenta la corrupción, señalando “que la Universidad San Luis Gonzaga de Ica está pasando por la peor crisis, donde campea la corrupción, en la que se produce la destrucción académica, y no hay señales de investigación”.
Responsabilizan por “inoperantes a los órganos de control, Fiscalía y la SUNEDU”. Y señalan con valentía: que la corrupción gozan “del respaldo descarado de muchos miembros de la Corte Superior de Ica, varios de ellos docentes ordinarios en la Facultad de Derecho”. La Universidad Nacional de Ica se parece un cuerpo con gangrenas que cuenta con el apoyo de los malos magistrados. Urge una severa investigación.
El ex rector “Encinas ha recibido del Ministerio de Educación más de 6 millones de soles, del que jamás rindió cuentas” afirman Olivera y Aquije. Acusan al rector Interino Torres Pinchi que paga, dice, a 50 trabajadores que son sus sirvientes, enclaustrado en el local central, secuestrado por Encinas Fernández”. Agregan que eso no es todo, sino “que hay más de 20 docentes que no dictan clases, no entregan notas y no firman asistencia” pero cobran.
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