Hace cerca de diez años cuando los líderes mundiales se trazaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio 2015, (ODM) se comenzaron a realizar las conferencias anuales “Las mujeres dan vida” (Women Deliver), con el objeto de sensibilizar al planeta y tomar medidas para evitar que cada minuto muera una mujer y un recién nacido.
Diez millones de mujeres y niñas mueren en cada generación durante sus embarazos o al dar a luz, y cuatro millones de recién nacidos mueren al año, según las Naciones Unidas. Vencido el plazo de los ODM, esa macabra estadística no logró terminar.
La
Conferencia “Las mujeres dan vida 2016”, se llevará a cabo en miras a empezar a cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, particularmente el Objetivo 5, que busca lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas, terminar con las muertes de madres, niños y adolescentes para 2030 y poner fin a la epidemia del sida que ataca cada vez más fuerte a los adolescentes. Esta población a menudo encuentra barreras para acceder a servicios de salud. “ Es hora de cambiar esta situación.”
La última Conferencia “Las mujeres dan vida ” en la que participaron 140 países , se ocupó principalmente en la salud y el bienestar de las mujeres y las niñas.
En miras a la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente (2016-2030), lanzada el año pasado por las Naciones Unidas, y la Conferencia “Las mujeres dan vida 2016”, esa Organización internacional del 7 al 28 de marzo de 2016, realiza una Consulta sobre el Marco mundial en favor de la salud de mujeres, adolescentes y niños, en la cual se puede participar en línea con observaciones, contestando ocho preguntas en la página de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La participación es interesante para todo el mundo, y particularmente a los 1200 millones de adolescentes que hay en el mundo, donde en muchas partes una de cada cinco personas es un adolescente.
En la redacción del Marco se contempla desde la obesidad a la violencia, el embarazo en la adolescencia y la depresión, para lo que la OMS espera que “aportes tu grano de arena”.