Objetivos de Desarrollo Sostenible, el primer año y los próximos 14
Cuando un proyecto está respaldado por cinco bancos multilaterales de desarrollo, el Grupo Banco Mundial, y el Fondo Monetario Internacional (FMI), es probable que tenga pleno éxito; sin embargo se soltarán los billones de US$ destinados para cumplir con los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGs.), siempre y cuando haya resultados a la vista, que es la condición de los bancos.
En un audaz intento se busca poner fin a la pobreza, punto que algunos consideran una utopía, porque
“a los pobres siempre los tendréis con vosotros” como sentenció el Nazareno y nos lo narran tres evangelistas de cuatro. Combatir el hambre que igualmente experimentó el Taumaturgo, fue el segundo Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), que bajo el furor del cambio de milenio los líderes mundiales se propusieron, y está visto que se quedaron en la estacada. Proporcionar para todos salud, educación e igualdad de género era el complemento de los flamantes
Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM.)
Principalmente en los países en desarrollo la franja de pobreza aumenta, las personas buscan comida en la basura, los niños mueren de hambre, los pacientes agonizan en la puerta de los hospitales, la educación universitaria es inalcanzable; millones de habitantes carecen de agua y saneamiento, electricidad, trabajo decente y paz. Todo esto y mucho más se erradicarían el año pasado, entonces el mundo se habría transformado.
Como " todo sigue igual", y el plan formulado en el año 2000 no alcanzó sus objetivos en los primeros 15 años del siglo XXI, y persisten los mismos problemas y otros que habían quedado fuera del tintero, hace un año lo rebautizaron con el nombre de “Objetivos de Desarrollo Sostenible” (SDGs); queriendo hacer “más ambicioso” los ODM.
Creando la plataforma o bases de los SDGs, el primer año transcurrió en reuniones en Addis Abeba, (Etiopía), Nueva York, Lima, Perú, Río, Brasil, París, Francia, entre varios destinos de líderes mundiales. De esos acercamientos tan fructíferos para la humanidad si llegan a materializarse en beneficios para los más pobres, se puso de relieve la importancia que el sector privado y los filántropos se manden la mano al bolsillo, para que el mundo en el 2030 sea más amable. Para esa época las ciudades emergentes en América Latina y el Caribe serán ciudades sostenibles, y ni uno se quedará por fuera del bienestar.