Por: Eucadio Gutiérrez Solano - Profesor/Periodista

La UGEL de Chincha estaba considerada como el organismo más corrupto del país. Había una mafia que dominaba todo: El Poder Judicial, la Fiscalía, la Región de Educación, las autoridades locales, llegando incluso a la sede central, donde tenía padrinos, entre otros compartimientos que alcanzaban sus tentáculos de influencia y podredumbre.

La gavilla de “delincuentes” gozaba de una especie de inmunidad, un escudo protector, que le hacía intocable o limpiaba la vida negra que llevaba.  Es así que, administrativamente tenía a la mano todo el aparato de la UGEL para hacer y deshacer a su libre antojo.  Directores que llegaban eran absorbidos si es que alineaban, de lo contario eran expectorados con cualquier pretexto. En los últimos 20 años, los directores honestos que arribaron  a Chincha, salieron decepcionados.  La mafia tenía mucho poder. La corrupción seguía vivito y coleando. La moralización preconizada era una farsa.

 

Cada funcionario de la UGEL colocó a sus familiares. Se ha dado el caso, que determinados periodistas chantajearon a muchos directores  de la UGEL para colocar en puestos del Estado a sus familiares y queridas, a cambio del respaldo furibundo del vocero mercenario, porque la corrupción se había generalizado.

Hace varios años cada puesto de trabajo costaba 5 mil soles. Ahora el costo es –nos dicen- de 10 mil soles. Es decir se ha duplicado. Hemos escuchado a muchos docentes, lamentarse expresando: qué hago, prefiero pagar para estar cerca a mi familia. Cuántos exalumnos del pedagógico nos contaban su tristeza, su tragedia,  de cómo los perversos se llenaban de plata, y tenían que hacer préstamos para cumplir con la mafia.

Incluso las denuncias llegaron a tocar que, dentro de la UGEL,  estos mafiosos se reunían hasta el extremo que entre ellos mantenían relaciones extramatrimoniales, es decir tenían vínculos amorosos.

Teniendo todo los niveles de control a la mano, el imperio de la mafia era terrible. El ex congresista José  Miguel Devéscovi recibió una frondosa documentación de la corrupción en Chincha. Dejó de ser Congresista, la mafia siguió operando con normalidad, como si nada hubiera pasado.  La ex directora de la UGEL de Chincha, Cecilia Martínez Jonda, conocedora del cáncer que adolecía dicha dependencia, quiso moralizar, pero al final fue absorbida y sus buenas intenciones se quedaron en el camino.

 
Denuncias tras denuncias  no prosperaron. Por ejemplo los directores zamarros de los colegios y escuelas que fueron sancionados, al toque eran repuestos o absueltos por el Poder Judicial corrupto.  De este modo la  podredumbre no tenía nunca acabar.

El miércoles 7 del presente mes, llegó a la UGEL de Chincha, un grupo de personas, para dar un nuevo rostro la administración educativa de Chincha. Los usuarios se quedaron sorprendidos por el cambio intempestivo. Huachos.com, observó casi todo día el cambio producido, que los profesores, a regañadientes, aceptaban. Mañana hablaremos las virtudes del cambio, y los objetivos de la modalidad dispuesta por el Ministerio de Educación con miras de limpiar la corrupción y mejorar la atención de los usuarios.  

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