El gato felino cañetano y la carapulcra chichana.
CHINCHA - El pueblo de
Cañete, que tienen fama de comer mucho gato y que aparte de eso su tradición culinaria es incipiente, ahora quiere arrebatar la apelación denominada
“Carapulcra Chinchana” al pueblo de Chincha.
La carapulcra es la simbiosis de tres razas que poblaron este valle generoso y que siempre han sido aficionados del buen comer:
Los negros, los italianos y los chinchas. Cosa que no ocurrió en Cañete por la simple razón que los primeros negros que llegaron a la tierra de los incas se establecieron en el valle chinchano, luego fue la inmigración italiana de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX que se establecieron en Chincha. Estas dos culturas unidas al extraordinario aji panca, emblema del imperio chincha, dió origen a uno de los grandes platos peruanos: La Carapulcra Chinchana.
El aji panca existió en todo el Perú desde tiempos inmemoriales, allí no hay ninguna duda porque fue compartida por todos los peruanos del territorio nacional, pero es imposible comer un carapulcra sin la sopa seca o sea los fideos italianos, contribución de los italianos chinchanos a la gastronomía local.
Asi que Cañete que duerma tranquilo porque los chinchanos no tienen interés de quitarles su
plato bandera: El gato.
La carapulcra chinchana es chinchana desde ayer, hoy y siempre. Asi como la denominaci
ón
Pisco, por el espirituoso de uva, es peruano no chileno.