CHINCHA - A pesar de las investigaciones a nivel de Ministerio Público sobre el
mal uso de las aguas residuales para el sector agrario, este tipo de modalidad no se detiene y se prolifera cada vez más en los terrenos de cultivo de
Pampa Canelo, Huaca Grande, Santa Fe y Santa Catalina en el distrito de Sunampe, en donde la escasez de las aguas de avenida y la necesidad de los agricultores obligan a desviar el alcantarillado y llevarlo a sus campos de tallo corto.
Para regar los cultivos, principalmente zapallos, se realiza el desvío del agua residual en dos tramos. El primero se ubica en el
sector Paso de Gómez, donde con piedras y sacos de arena se obstaculiza el ducto del alcantarillado, impidiendo que el agua siga su curso y más bien tome otro que llega hasta los terrenos del lado sur del distrito; es decir, sembríos de Huaca Grande y Pampa Canelo se ven inundados con esta clase de agua.
El otro desvío identificado se encuentra por el
sector República de Italia. Aquí se vuelve a cometer la misma acción que en Paso de Gómez, pues los agricultores, valiéndose de sacos de arena, consiguen que el agua residual llegue a los sembríos de Santa Catalina y Santa Fe, en donde florecen plantaciones de zapallos a gran hectariaje, sin que algún organismo intervenga para impedir que se siga cometiendo esta acción insalubre.
En estas cuatro zonas se puede evidenciar las plantaciones de tallo corto, como las hortalizas, que al ser cosechadas, hasta en un plazo mínimo de tres meses, están siendo derivados a los mercados de las ciudades cercanas, como ha venido sucediendo desde hace años, pues los agricultores estilan esta práctica de siembra, cultivo y cosecha con agua residual en los meses que el agua de avenida escasea para el sector agrario.
La explicación que pretende dar uno de los agricultores sobre esta infracción a la salud pública es que la llegada del agua de avenida (temporada de lluvia) es dos veces por año, en cambio
todo el tiempo pueden hacer uso del agua residual para regar sus terrenos; a esto le suma que los cauces se están cerrando.
Lo que viene sucediendo en Sunampe contrapone la necesidad de los agricultores de tener agua para su cultivo y la salud de los consumidores.