La corrupción ha significado una pérdida de más de 22,000 millones de soles durante el 2020 en el Perú, cifra que evidencia la importancia de luchar contra este problema, pero sobre todo para prevenirla, afirmó el contralor general de la República, Nelson Shack.
Durante su participación en el V Congreso Internacional de Compliance y Lucha Anticorrupción, organizado por la World Compliance Association, Shack, señaló que el problema de la corrupción no lo puede resolver por su lado solo la sociedad civil, el Gobierno o el sector privado, sino que se trata de un trabajo en conjunto.
Añadió que urge el apoyo decidido del Estado en fortalecer las capacidades de las distintas instituciones públicas que conforman el ecosistema nacional de control, como el Poder Judicial, Procuraduría General del Estado, Ministerio Público y Defensoría del Pueblo.
El contralor afirmó que la primera línea de defensa para combatir la corrupción y la inconducta funcional en las instituciones del Estado es el fortalecimiento del control interno y gestión de riesgos, es decir, promover un adecuado mecanismo de compliance (cumplimiento) en el sector público.
Los retos para la incorporación del compliance en organizaciones públicas y privadas también se abordaron en el V Congreso.
Carolina Echevarría, Regional Manager Latin America para el Proyecto Global Alliance for Integrity, mencionó el rol de integrar mecanismos de prevención en las pymes, no solo para evitar futuras crisis, sino también para impulsar todo el potencial en ellas.
“En el caso de Odebrecht en Brasil, se sabe que 3,000 pymes cerraron debido a problemas de reputación, multas que no pudieron pagar y pérdida de clientes por estar involucrados en un proceso de corrupción”, explicó al referirse al nivel de impacto de no contar con políticas de compliance.
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