Hay días que los libreros apuntan en sus memorias. El lunes pasado, por ejemplo, mientras la sala del 30 Juzgado Penal Liquidador de la Corte Superior de Lima condenaba a dos años de prisión suspendida al periodista Christopher Acosta y al editor Jerónimo Pimentel; el responsable de Book Vivant, Guillermo Rivas, veía cómo los ejemplares que quedaban de “Plata como cancha”, investigación de Acosta sobre César Acuña, desaparecían del anaquel hasta agotarse.
Ha tenido que disculparse con los lectores que virtualmente le pedían ese título en especial, y al conversarlo con sus colegas advirtió que era un fenómeno común. “El lector de diarios y noticias políticas es muy sensible a estos sucesos. Es un tipo de lector que sale corriendo a buscar el libro”, explica.
En El Virrey sucedió lo mismo. Paco Sanseviero, su director, lo tiene claro: “Ha sido el día de más venta de “Plata como cancha” desde que salió publicado. Hoy (lunes) vendió en la librería por lo menos el 30% de la demanda en todo el año pasado”, afirma. Julio César Zavala, de Escena Libre, vio también agotarse los ejemplares ese mismo día. “Tengo entendido que la demanda en varias librerías está en la misma proyección”, cuenta.
Un libro como emblema
Cuesta imaginar una decisión más torpe que la tomada por el Juez Jesús Vega en su sentencia de primera instancia, dándole la razón a César Acuña, líder de Alianza para el Progreso, en su querella por difamación. Un grave error porque supone una censura a la libertad de expresión difícilmente explicable en un contexto democrático, donde toda investigación periodística tiene derecho a difundirse. Condenar a un autor y a su editorial porque al personaje aludido no le gusta el contenido del libro nos remite a un pasado autoritario al que no queremos volver.
Como advierte Johann Page, director editorial de Penguin Random House, toda censura, a la larga, resulta un esfuerzo torpe. Sus efectos siempre son contraproducentes, especialmente en tiempos de redes sociales.
Sin embargo, la reacción de los lectores repite el efecto contraproducente que suele ocurrir tras todo intento de censura, encubrimiento o instrumentalización de la justicia con un fin personal. Siempre el libro en mención terminará siendo ampliamente divulgado y leído. Como explica Johann Page, editor de Penguin Random House, editorial litigada junto con el periodista, “Plata como cancha” podría convertirse en un emblema de la lucha contra las injusticias provenientes de un aparato judicial que ha distorsionado su naturaleza. “Si el libro logra trascender y unir a diferentes facciones ideológicas y gremios en nombre de un bien mayor como la libertad de expresión, todos en la editorial nos sentiremos recompensados”, afirmó.
Por cierto, el director editorial de PRH señala que este intento de amedrentamiento no tendrá efectos, en términos prácticos, en la editorial. Una nueva reimpresión de “Plata como cancha” ya se lleva a cabo para reponerlo en librerías en los próximos días. Hasta hoy, la rigurosa investigación de Christopher Acosta sobre el líder de Alianza para el Progreso lleva cerca de 14 mil libros vendidos, y confía que, con la actual coyuntura, la demanda será mucho mayor.
“Esta cantidad representa muchísimo para un libro de no ficción en nuestro medio. Habla no solo de la contundencia de la investigación de su autor, sino también de la necesidad lectora del público. Fue uno de los libros más vendidos del 2021 y seguramente volverá a serlo este año”, señala.
Seguirá circulando
Lo que hoy sucede con el libro de Acosta es parte de una larga historia de volúmenes que sufrieron intentos de censura, amenazas o acciones legales por parte del censor con poder económico o político (Y en el caso de César Acuña, ambos). Sin embargo, lejos de ser eliminados, dichos libros recibieron gran publicidad, y acabaron extendiéndose rápidamente entre los lectores. Las redes sociales, cómo no, son un vehículo de aquella indignación producto de los intentos por silenciar al periodismo. Un medio de desahogo contra los poderes autoritarios que intentan legitimar a quienes ejercen violencia o intimidación.
Como se recuerda, a mediados de marzo de 2021, los abogados de César Acuña denunciaron al autor del “Plata como cancha” ante Indecopi, solicitando que el libro fuera sacado de circulación, lo que fue desestimado rápidamente.
Es por ello que todo recurso legal para evitar que el libro se ofrezca en librerías están totalmente agotados. Sin embargos, el actual juicio penal, cuya sentencia en primera instancia ha sido apelada, se basa en 53 frases extraídas de la investigación de Acosta, que para la defensa de Acuña resultan difamatorias.
“De alguna manera, ya habíamos previsto esta nueva ola de atención para el libro, aunque no en estos términos, con una coyuntura inicialmente desfavorable que trataremos de sortear de la mejor manera. Finalmente, lo que nos interesa es que el libro se lea. Hablamos de una investigación rigurosa, trabajada y revisada con seriedad. Las autoridades y los políticos deben saber que ellos también están bajo la lupa de las ciudadanos”, explica.
Asimismo, Page comenta no solo que todas las librerías han llamado a la editorial para pedir reposiciones, sino que muchas de ellas se han pronunciado públicamente, en apoyo a Cristopher Acosta y a la gesta común por la libertad de expresión. “Esta es una lucha que nos trasciende. Va más allá de Cristopher Acosta y de la editorial. Es algo que debe unirnos a todos como ciudadanos y como peruanos. Necesitamos más libros así, con igual rigor, pues la investigación sobre nuestras autoridades debe mantenerse firme. El renovado interés que ha despertado el libro es una señal saludable de que los lectores peruanos quieren alcanzar la verdad y saben responder ante una injusticia”, advierte.
Christopher Acosta y su editor, Jerónimo Pimentel, también fueron sentenciados por el juez a penas severas por el juez Raúl Jesús Vega.
Por ello, más allá de la preocupación propia de litigar ante un poder judicial imprevisible, Page señala que dentro del equipo editorial se vive un espíritu de esperanza. “La posibilidad de cohesionar a lectores, prensa, políticos y artistas alrededor de un bien común nos ha renovado la esperanza en el trabajo. Eso supera los sentimientos negativos”, dice.
Fuente: FC
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