Por: Gustavo Mohme Llona

La Sala Penal Suprema Permanente evaluará hoy el recurso de casación presentado por Keiko Fujimori y sus coinvestigados, en una diligencia crucial en la lucha contra la corrupción que afecta gravemente a la política y al Estado. En este acto, nadie defenderá la posición del Equipo Especial Lava Jato de la Fiscalía porque ella, la Fiscalía, ha sido traicionada.

Todas las partes hablarán, menos los funcionarios del Estado que con valentía y rigor descubrieron las tramas corruptas de políticos que aún intentan representarnos. Este inédito cuadro, en un proceso contra el crimen organizado que ha invadido la política, se debe a que el fiscal supremo Víctor Raúl Rodríguez Monteza, vinculado al grupo delictivo ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’, que también alcanza a la cúpula fujimorista, ha emitido opinión a favor de la libertad de Keiko Fujimori y sus socios.

La opinión del fiscal Rodríguez Monteza ha sellado la alianza entre los ‘Cuellos Blancos’ y los políticos cuestionados. Su opinión a favor de Fujimori es un acto procesal en beneficio suyo y de quienes, como él, son acusados e investigados. En el hilo de este proceder se tiene que este magistrado resistió el pedido para que se inhiba, o sea excluido de la casación, una solicitud que el pasado 5 de junio fue desestimada por la Junta de Fiscales Supremos, otro órgano tomado por este grupo, con los votos de los fiscales supremos Pedro Gonzalo Chávarry y Tomás Gálvez. Nunca los hermanitos fueron tan hermanitos.

En este punto la discusión no reside en que si un fiscal supremo no pueda diferir de lo actuado y sostenido por otros fiscales, sino en cómo un grupo delictivo ha tomado funciones e instituciones, y expedientes y órganos, para que, atrincherados en ellos, bloqueen todos los caminos de la justicia. En eso reside la gravedad de este hecho, en el uso alevoso de la Fiscalía, la institución diseñada para dirigir la lucha contra el delito, para convalidar el crimen.

No es la primera vez que desde la más alta instancia del Ministerio Público se resquebraja su unidad, pero sí es la primera vez que el operativo se muestra en su desnudez. Rodríguez Monteza se ha cambiado de bando, inclusive, contra la opinión de sus fiscales adjuntos y asistentes, que es probable que no se presenten a la audiencia de hoy para defender una tesis en la que no creen.

Faltaba una prueba de la grave crisis del Ministerio Público y de la urgente necesidad de depurarla para que sirva a los objetivos para los que fue creado. Sin esa reorganización, no habrá reforma exitosa de la justicia.

Fuente: LaRepublica