Por: Vanesa Monserrat Junco               Profesora - Psicopedagoga argentina

Una nueva sociedad inclinada a la convivencia en paz puede comprender y “darse cuenta” que hay un orden fomentando la desigualdad, el atropello de derechos, la competencia y el desgarramiento vincular.

Un sentido de patrón, dueño, o como quiera decirle sobre otro, otra “provocando sufrimientos de exceso de horas de tareas”, quedándose con la fuerza de trabajo y concentrando la ganancia . Es el modelo “soñado del empresario” al que nos invitan. Para ambos sexos. Seguimos abriendo esa puerta para salir a jugar.

El modelo de los  empresarios millonarios que juegan a manipular el mundo. De Elon Musk, un niño rico resguardado en su emprendimiento tecnológico a otros infinitos nombres, siempre varones, con corte misógino, usando a sus mujeres para tener hijos y mostrar la familia feliz por un rato. Por un rato porque cambian de mujeres a gran velocidad. Todos super mega individualistas. Perfiles de “empresarios” eficientes al cien por cien, como ejemplos de meritocracia, inundan las pantallas y la cultura más mayoritaria de los medios de comunicación de estos tiempos “manejados enteramente por ellos”, a excepción de algunos, ninguneados y desestimados, obviamente.

Todo eso nos venden a los latinoamericanos.

Nos quieren vender, digamos.

Algunos compran y ahí van haciendo dinero a costa de otros, mintiendo y robando.

Ello no tiene NADA que ver con nuestra historia.

Ello sumerge a nuestros pueblos latinoamericanos en competencia y desgarramiento del tejido social, miseria, inflación, bloqueos, pagos de préstamos infinitos, narcotráfico, tratas de mujeres,  y etc. Esos  son nuestros problemas diarios porque ellos son  los mega empresarios y no porque los pueblos latinoamericanos sean unos vagos rebeldes. Parece obvio pero no lo es.

Ello sigue abriendo una grieta de tensión . Porque estos multimillonarios tan emprendedores “usan” y explotan a los demás para sus fines. Además de manipular los recursos naturales según  sus objetivos. Es sabido. Y nos invitan a aprender esos métodos de a ver quién es más eficiente y "perfecto"  generando dinero mintiendo y manipulando a los demás.

No es nuestro juego. Somos perfectibles, no perfectos. El error es nuestro maestro diario. Y la pregunta nuestra mejor llave. Las certezas las dejamos para los que quieren dominar y manipular.

Brasil baila, Uruguay toma mate y conversa, Chile trabaja y trabaja, Argentina se pierde a veces en su gran extensión caleidoscópica de razas más su influencia intelectualoide europea, el futbol y la justicia social (si se acuerda de ella) la salva, Paraguay … Bolivia ….Peru y sus comidas tan variadas, Colombia y su café, Venezuela y su petróleo Centro América y su ritmo. México y su magia. Todo tan distinto a producir y producir, generar dinero, generar dinero. ¿Y para qué? Diría el chiste del pastor a la vera del camino.

Latinoamérica resguarda la vida más preciosa de todo el planeta.

Los hijos de la avaricia nunca lo podrían comprender. Así que no explicamos más nada. Tienen otro chip.

Solo vivimos para que “nosotros los pueblos” no nos olvidemos de nuestras historias y sus sagradas “pertenencias éticas” heredadas de los ancestros y así, nadie nacido de las entrañas de las avaricia nos engañe. Otra vez.