IRMA SOLDEVILLA
Por : Ferrer Maizondo Saldaña
Tierna y bondadosa maestra, siempre vivirá en el recuerdo de quienes tuvimos la suerte y oportunidad de recibir sus lecciones de vida.
Cariñosa. Delicada. De palabras y frases sencillas y dulces. De buen trato.
Oportuna. Llegando siempre cargada de amor. Su aliento, su esperanza y su ejemplo fortalecieron el espíritu familiar en los momentos más difíciles.
Gracias recordada maestra, ¡Maestra huachina!, por enseñarnos lecciones eternas de fraternidad, amor y desprendimiento.
Diciembre 2014
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