Por: Eucadio Gutiérrez Solano - Profesor/Periodista

En nuestro enfoque último hablamos que en la UGEL de Chincha operaba una “especia de mafia”, que hacía todo lo que quería, en la administración pública, y que tenían en saque a los directores que llegaban con intenciones de moralizar, que ellos atados y acorralados no tenían otro camino que salir del cargo. Los hechos de corrupción fueron denunciados hasta el cansancio.

El ex congresista José Miguel Devéscovi quiso moralizar la UGEL de Chincha tomando nota a las múltiples denuncias que recibió. Lamentablemente no pudo cumplir con su objetivo. Algunos buenos directores que llegaron a la dirección de la UGEL,  para moralizar, fueron vilmente atacados  como Luis Obregón Lazón y Gladys Paula Dongo de la Torre, entre otros. El ex director Alfredo Mayta Ortiz fue atacada con saña, adjetivándole como “Mayta Dólar”; en tanto Cecilia Martínez Jonda que ocupó el cargo con espíritu de moralizar, porque conocía el teje y maneje del asunto, se quedó con ganas de poner práctica su meta.

 

Como siempre, los defensores de la podredumbre, derramando bilis y odio salieron contra quienes quieren mejorar la administración pública en Chincha, Pues, los mafiosos arremetieron contra los fiscalizadores del Ministerio de Educación haciendo mal uso de los medios informativos.

Ya hemos acotado que el miércoles y jueves, de la semana pasada, estuvimos observando el desenvolvimiento del personal venido del Ministerio de Educación, con la finalidad de mejorar la administración pública. Pequeños cambios producidos en la atención de los docentes y administrativos provocaron algunas reacciones y reclamos. Los protestantes querían entrar a la UGEL cual se tratara de un corral o propiedad privada de ellos. Indudablemente las modificaciones que se hacen provocan reacciones adversas a los usuarios, peor si son manejados desde el exterior, coordinando con los mafiosos del interior.  

El lunes, el cuarto día del cambio producido, de la presencia del Ministerio de Educación en la UGEL de Chincha, una “profesora” hizo el papelón, creó un espectáculo denigrante, gritando como histérica, para llamar la atención, y protestando en forma descontrolada, contra los ejecutores del cambio, cuyo único delito fue haber modificado la atención de los usuarios, que había hecho para digitalizar y ordenar técnicamente los documentos que se presenta, con la finalidad que el usuario pueda seguir los avances de sus documentos vía internet desde cualquier punto, cosa que hasta el momento no se hacía, en desmedro de los usuarios.

 

Esta es la modalidad que emplean los sicarios de la prensa para amedrentar a los buenos funcionarios. Por denunciar la corrupción el profesor Luis Orellana fue víctima de los malos periodistas, que colocaron a sus familiares en puestos públicos, a base de chantaje.

César Yataco, nos decía que la reciente modalidad es modernizar la administración pública para que los profesores puedan conocer desde sus lugares de trabajo, sin necesidad de venir a la UGEL,  vía internet el destino de sus expedientes. Incluso los profesores de los distritos andinos, que muchos pierden clases pueden enterarse desde allí sus peticiones presentadas a la UGEL, sin ausentarse. Es más. Los cursos en el futuro será via internet, de modo que nadie se escapará de las capacitaciones que se programen. De la modernización administrativa se asustan los mafiosos, como hemos percibido, lejos de contar con el respaldo de los profesores.

¿Por qué entonces es la protesta airada y  totalmente perversa? Se debe -creemos- a la mala costumbre de los profesores, en algunos casos, de perder tiempo pretextando seguir un expediente. Un profesor honesto que había visto la desencajada acción de un supuesto docente, nos refirió que a la UGEL Chincha llegar muchos profesores para sacar citas y planificar encuentros amorosos. Podría ser.  

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