LIMA - Nuestro país afronta una nueva crisis política por la posible destitución de su presidente, Pedro Pablo Kuczynski, que será debatida este jueves en el Congreso.
Un ministro y dos congresistas de Peruanos Por el Kambio (PPK), partido fundado y liderado por el mandatario, han pedido su renuncia, después de que el martes por la tarde congresistas del fujimorismo keikista difuendiera grabaciones en vídeo de intermediarios del Ejecutivo que ofrecían beneficios a parlamentarios a cambio de votos para evitar la posible destitución presidencial.
Kuczynski ha visitado esta miércoles al arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, un personaje muy próximo a Keiko Fujimori, la lideresa de la oposición y presidenta del partido Fuerza Popular. Tras una reunión con su gabinete y algunos congresistas de su partido, ha trascendido que en el transcurso del día dará un mensaje a la nación.
Foto de archivo.
"La investidura presidencial va más allá de las personas. Se necesita proteger las instituciones. Por eso, con mucho pesar, señor presidente, le pido que dé un paso al costado", tuiteó Pedro Olaechea, parlamentario del PPK, que lleva las siglas del exbanquero de inversión.
Además, el ministro de Vivienda, Carlos Bruce, escribió en la misma red social: "En estos momentos difíciles debemos pensar en lo mejor para nuestro país y eso pasa por un cambio democrático", un mensaje que los medios interpretan como una despedida del cargo y un pedido para que Kuczynski dimita.
Mientras tanto, la junta de portavoces del Congreso decidió iniciar un proceso de acusación constitucional contra los tres congresistas que aparecen en los tres vídeos y un audio de negociación de dádivas a cambio de votos o abstenciones en el debate de mañana. También incluye a los ministros Mercedes Araoz y Bruno Giuffra, mencionados en dichas negociaciones.
Las grabaciones fueron realizadas a escondidas por el congresista keikista Moisés Mamani en reuniones en las que los parlamentarios Kenji Fujimori, Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocángel y el abogado personal de Kuczynski, Alberto Borea, le planteaban escenarios favorables si se abstenía de votar por la destitución presidencial.
El hijo menor de Alberto Fujimori, Kenji, se convirtió en aliado del Gobierno de Kuczynski en diciembre, cuando evitó con 10 votos, la remoción del jefe de Estado, promovida por la oposición y la izquierda debido a pagos por más de cuatro millones de dólares de la empresa Odebrecht a dos firmas ligadas a Kuczynski en la década pasada.
Fuente: EL PAIS - Jacqueline Fowks
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