Esta lóbrega noche me encuentro muy lejos y sospechosamente acompañado en vísperas de mi cumpleaños. Desterrado de los brazos de mi Princesa con sabor a granadilla, alisto unos peregrinos trastos para mi próximo viaje.
Sin proponérmelo, paralelamente con grave minuciosidad y decoro, como mucha gente, espiritualmente aguardo con reposada fe, adornada de locas ilusiones, la llegada de mi cumpleaños que me recuerde consumar una promesa olvidada.
Me celebraré conmemorando ajenos cumpleaños e inútiles promesas incumplidas, acopiaré deseos repletos de esperanza, disfrutando el ritmo pegajoso de la música que jamás bailaré, condimentando con el sabor de la comida, inventaré un nuevo horario y juntando estos retazos me construiré un mañana maravilloso y atrevidamente, partiré de viaje, escribiendo una pancarta, “Estoy viajando en estos momentos y espero que alguien me cobije para celebrar mi efímero cumpleaños”.
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@davidauris |