Fue un día agitado en el Congreso de la República. No solo la moción de censura contra la titular del Legislativo, María del Carmen Alva, no logró siquiera ser admitida a debate, sino que su rechazo –a la que contribuyó la abstención de parlamentarios de Perú Libre– aceleró la fractura de la bancada oficialista con la renuncia de sus integrantes Guillermo Bermejo (procesado por terrorismo), Hamlet Echeverría y Betssy Chavez.

Apenas 20 legisladores avalaron la iniciativa impulsada precisamente por Bermejo, una de las voces beligerantes del cerronismo; 15 fueron del oficialismo y 5 de sus acólitos de Juntos por el Perú. Lo que no esperó el parlamentario fue que algunos integrantes de su propia bancada le dieran la espalda. José Balcázar votó en contra y otros 16 se abstuvieron, entre ellos el vocero Waldemar Cerrón y Guido Bellido.

La moción, planteada por los supuestos dichos de Alva en contra del presidente Castillo y su gobierno ante parlamentarios españoles, no resistió análisis. El titular de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, Ernesto Bustamante, quien estuvo presente en esa reunión, desvirtuó la veracidad de las acusaciones y aseguró que “en ningún momento, la presidenta del Congreso se expresó mal del Perú”. Eduardo Salhuana, de APP, lamentó que se distraiga la atención del Parlamento con una “moción insulsa”, mientras que Alejandro Cavero, de Avanza País, la calificó como un “despropósito”. Criticó, además, que se cuestione a Alva y no se diga ni una palabra de la actitud del mandatario que fue “a rogarle al presidente de México que intervenga en asuntos internos del Perú”, acotó.

La derrota de Bermejo

Más de una hora dedicó el Pleno al debate de este tema que fue finalmente desestimado por amplia mayoría. María del Carmen Alva superó así la segunda moción de censura que se presenta en su contra en lo que va de su gestión. Reconfortada, la acciopopulista agradeció con gestos a sus colegas y no dudó en acercarse hasta el escaño del expremier Guido Bellido, a quien abrazó en medio de aplausos.

La victoria de Alva significó, en términos políticos, una estrepitosa derrota para Bermejo, quien, fastidiado –a través de sus redes sociales–, acusó al Congreso de haber blindado a la presidenta del Legislativo “con apoyo de un sector de Perú Libre, incluso con el abrazo final del expremier con la señora Alva. Vergüenza absoluta”, escribió.

Pero Bellido no se quedó callado y le enrostró haber presentado la moción por su cuenta. “No fue un consenso de la bancada. Para presentar una moción de esta naturaleza, se debe contar con dicho consenso; solo así se encamina una censura. Es importante ser certero y contundente en cada paso”, le refutó. Horas después, Bermejo renunció y luego le siguieron los pasos Hamlet Echeverría y Betssy Chavez. ¿Habrá más...?