Las tres principales preocupaciones nacionales de los peruanos, según la última encuesta de El Comercio-Ipsos, son la corrupción (56%), la crisis del coronavirus (33%) y la delincuencia (33%). La preocupación por la corrupción es casi homogénea en Lima y en el interior del país. A nivel de sectores socioeconómicos, es ligeramente más alta en el A, B y D/E.
Pero el orden de prioridad de sus preocupaciones cambia cuando se les pregunta qué problema les afecta más personalmente: allí, la crisis por el coronavirus ocupa el primer lugar (29%), y le siguen el desempleo (13%) y la delincuencia (10%).
En estos días, la preocupación por la inseguridad ciudadana ha descendido pues el país se encuentra en estado de emergencia, con policías y miembros de las Fuerzas Armadas patrullando las calles. Pero esta crisis afectará dos temas sensibles: la lucha anticorrupción y las prioridades en la agenda de la próxima campaña electoral.
Efectos en la lucha anticorrupción
La corrupción volvió a ser la principal preocupación este año, así como lo fue en el 2018. “La gente siente que la pandemia es pasajera y, en cambio, que la corrupción es un problema más enraizado”, señala Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Perú.
El fiscal Rafael Vela ha señalado que los integrantes del equipo especial no acudirán a las audiencias del Caso Lava Jato mientras dure la cuarentena. Su principal argumento es que se encuentran en desventaja al no poder contar con información necesaria para responder, “pues obtenerla implica riesgo de contraer el COVID-19”.
Durante el estado de emergencia, las audiencias que se han realizado en estos casos han sido para revisar los pedidos de liberación de los procesados. Sin embargo, el resto de pendientes del sistema de justicia también se verán afectados por la crisis sanitaria, que no se limitará a la cuarentena dictada por el Ejecutivo, sino hasta que se controle la expansión de la pandemia.
El exfiscal Avelino Guillén sostiene que el desarrollo de los procesos y los juicios orales se van a ver muy afectados por esta situación, produciendo retrasos ostensibles. “Va a ser muy difícil desarrollar audiencias públicas, siendo esta una de las garantías del sistema de justicia. Es necesario que un fiscal pueda interrogar con inmediatez a un procesado o testigo”, señala.
“Va a ser muy difícil desarrollar audiencias públicas, siendo esta una de las garantías del sistema de justicia", dice el exfiscal Avelino Guillén (Foto: GEC)
Un gran inconveniente son las diligencias en la fiscalía. La abogada penalista Vanessa Valverde señala que en los estrechos despachos fiscales se juntan el declarante, su abogado, los fiscales, las otras partes involucradas, e incluso algún representante de la procuraduría. Esta situación es potencialmente peligrosa para el contagio del coronavirus.
Ambos expertos señalan que las audiencias virtuales, a nivel nacional, pueden traer complicaciones por las dificultades que pueda tener cualquiera de las partes, o incluso los mismos jueces, para conectarse a internet.
Para realizar audiencias virtuales con internos, se tiene que coordinar con el INPE y en muchas ocasiones se han suspendido por problemas de conexión de internet. En otras audiencias hay varios procesados, y cada uno tiene un abogado, por lo que realizar sesiones virtuales puede ser complejo. En regiones alejadas del país, con dificultades en el acceso de internet, esta situación sería más complicada, explica Guillén.
En términos prácticos, los fiscales no se pueden llevar la documentación a sus domicilios. Guillén señala que una de las alternativas que se planteó fue que se escaneen los expedientes, pero en muchos casos son muy voluminosos.
Valverde coincide en señalar que el avance de los procesos será “más lento de lo usual”. “El gran problema del sistema penal es que no hay una digitalización de los casos”, señala. Pero Valverde explica que habría que tener cuidado con los documentos que se suban a una plataforma, pues se tiene que proteger la reserva en los casos penales para que solo la defensa acreditada pueda acceder. Eso implicaría el desarrollo de una plataforma que hoy no existe.
Guillén dice que si no se garantiza la protección a la salud de jueces y fiscales, va a ser muy difícil que se desarrollen los procesos a plenitud.
Efectos en la campaña del 2021
Varios expertos entrevistados por este Diario ya han señalado que lo más probable es que los principales temas de la campaña electoral del 2021 giren en torno a la salud y la reactivación económica, dos importantes preocupaciones de los peruanos. La politóloga Rosa Alayza destaca la importancia de la mejora del servicio público que se le da al ciudadano; mientras, el economista Carlos Ganoza señala que uno de los temas centrales debe ser la reducción de la informalidad.
Jeffrey Radzinsky, analista político y director del grupo Fides, señala que la forma en la que los candidatos aborden el tema de salud no necesariamente es a través de planes elaborados, sino colocando en sus filas a personajes que den esa impresión. “La gente cree mucho menos en las narrativas proselitistas, sino en los gestos. Y en campaña, los gestos también lo hacen los equipos”, señala.
Para él, la pandemia está asociada a preocupaciones por salud, trabajo, ingresos, educación, entre otros, que van a estar presentes cuando se retomen las actividades económicas. Esos temas van a ser centrales en la campaña.
“La narrativa política se va a construir de las preocupaciones de la gente, de la agenda del debate público y de la situación”, señala Radzinsky. En el primer grupo están las preocupaciones que surjan a partir de la crisis del coronavirus; en el segundo, los cambios que se hagan a las reglas de juego electorales; y en el tercero, la recesión económica que va a vivir el país. “El tema empleo va a tener un papel preponderante por la situación”, indica el analista.
Además, para Radzinsky también van a estar presente los avances de los casos de corrupción de Lava Jato y Los Cuellos Blancos del Puerto, que hoy están momentáneamente en segundo plano por la crisis sanitaria.
Otro factor derivado de la crisis que va a afectar la campaña son las dificultades para hacer reuniones, desplazamientos y mítines por las medidas de aislamiento social que se tendrán que mantener en el mediano plazo.
Fuente: Redacción El Comercio
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