ICA | Grandes montículos de basura nuevamente se observan en el lecho del río Ica entre el puente Socorro y el puente de la Av. Cutervo, generando un gran foco de contaminación, lo que se agrava con la quema de esos desechos.
No sólo se trata del grave problema de contaminación y polución que generan los desperdicios orgánicos e inorgánicos acumulados, sino que ese desagradable panorama de inmundicia esparcida por toneladas nos pone pésimamente mal ante los ojos del mundo, teniendo en cuenta que la provincia de Ica recibe un promedio de 300 mil turistas al año.
De manera que existen muchas razones que nos obligan a reaccionar frente a este espectáculo nefasto de ver al río Ica colmado de basura: la contaminación del ambiente, la amenaza a la salud pública, el ornato y el desprecio a vivir dignamente en una ciudad limpia, segura y acogedora.
La ciudad es nuestro hogar macro, donde trabajamos, estudiamos, nos divertimos, nos alimentamos y convivimos con nuestros familiares, amigos y coterráneos.
Entonces, no podemos tener nuestro frontis, nuestra sala y nuestro comedor bien aseados, cuando la cocina, baño y habitaciones son una inmundicia. De qué nos vale mantener libres de basura las principales calles, si los alrededores, el lecho del río y demás cauces están que hierven de basura estropeándonos la vista y el aire puro que debemos respirar.
¿Quién tiene la culpa?
Si se tratase de buscar culpables, diríamos que todos somos culpables. Nosotros por botar la basura donde no debemos y las autoridades municipales por permitirlo.
Muchos se preguntarán, ¿y cómo queda la empresa Diestra SAC? Si hiciéramos una encuesta, tal vez el 90% de la población afirmaría que la concesionaria no está cumpliendo a cabalidad su labor y que debería irse; pero, pocos harían una autocrítica reconociendo que no le estamos jugando limpio a nuestra ciudad al no respetar el horario de circulación de los camiones recolectores.
Respecto a la presencia de esos enormes montículos de basura en el río, los ejecutivos de Diestra SAC se apresuran a contestar que por la margen derecha en ese tramo urbano, entre Socorro y Cutervo, no existen vías habilitadas para el paso de los camiones compactadores.
Refieren que ante esa dificultad, los vecinos de las calles Pimentel y Mollendo tendrían que caminar una cuadra para llevar su basura a la calle San Carlos o Av. Maúrtua por donde pasan los vehículos recolectores todas las noches.
Frente a ese problema y hasta que no se resuelva, la municipalidad sólo tendría dos alternativas: colocar contenedores metálicos cerca de la margen derecha o multar a los malos vecinos que arrojen sus desechos sólidos en el lecho del río, en aplicación a la Ordenanza Municipal N° 012-2013-MPI.
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Si no se adoptan cualquiera de esas alternativas, seguiremos por meses y años lamentándonos por el denigrante espectáculo de la basura, cuya incineración contamina más el ambiente y vuelve el aire irrespirable por la gran humareda que se desata.
Vendrán más concesionarias de limpieza, pero ninguna de las que venga podrá solucionar el problema que describimos por ser competencia municipal. Estamos en el octavo mes de la actual gestión y hasta ahora no vemos visos de solución.
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