Por: Eucadio Gutiérrez Solano
 

Nota de Redacción.- El 5 de junio de 1998, escribimos un artículo de cómo el potentado económico Estuardo Masías Marrou, dueño  de La Calera, se había adueñado de la vía pública que pasaba hacia el interior por dicho lugar. Después de 17 años volvemos a incidir, porque a la fecha los hechos se han empeorado  con la complicidad del Ministerio de Cultura, ayer INC. y del gobierno local.

Decíamos que Estuardo Masías Marrou está adueñándose alegremente de caminos, acequias, monumentos arqueológicos y terrenos de pequeños agricultores, despojándolos prácticamente con ardid y festinando trámites, hechos que se iniciaron en la década de 1970, según las denuncias recibidas en el 1973, y que el periodismo chinchano dio cuenta por ese tiempo.

“Al correr el tiempo Estuardo Masías no sólo se ha apoderado de los terrenos de los pequeños agricultores, posiblemente comprándoles, sino que también decide la vida de los moradores de dicha zona, donde existe un centro poblado, un club de madres, dos centros educativos, un club deportivo…”, se continuo con el comentario.

¡Oh! que sorpresa, ahora, como por arte de magia o encantamiento, ha desaparecido todo. Ha sido reemplazado por un emporio agro-industrial, controlado minuciosamente, por guachimanes armados, con videos y policías a su servicio, desde la Casa Hacienda de Alto Larán, en que existe un control (1), y en la vía pública (2), donde pasa la acequia, y las carreteras, como una afrenta al pueblo de Chincha.

Es decir, aunque Ud. no nos crea han desaparecido:
a) El Centro Poblado La Calera.
b) Los dos centros educativos: Primaria e Inicial.
c) El Club de Madres.
d) El Club Deportivo del lugar.
e) Los restos arqueológicos de la Cultura Chincha desde Portachuelo hasta Conta.
f) Desaparición de la Carretera Chincha-Pedregal-Portachuelo-La Calera-Conta-Pueblos del interior (la sierra)

Toda la población que vivía en La Calera ha sido exterminada desapareciendo de la historia de Alto Larán. Lo que no se puede admitir  es de cómo las autoridades han permitido este bárbaro atentado, siendo cómplice directo el Ministerio de Cultura, que de protección a los monumentos arqueológicos no viene haciendo nada, y la Municipalidad Distrital de Alto Larán.

Los restos arqueológico ubicados desde Portachuelo, la Calera y Conta ya no existen. Guardianes armados con fusiles controlan la zona. A inicios del año pasado nos constituimos al lugar con el ex gobernador  Luis Lliuya Peve, y varios periodistas uno de ellos de RPP (Mujica). El Gobernador pagó caro por su osadía de acompañarnos. En pocos días fue cambiado. Al igual el Gobernador de Chincha, fue mancillado por los gendarmes del millonario. Se resaltó que en Chincha hay un Estado sobre otro Estado.

Según se tiene conocimiento Estuardo Masías es compañero del encarcelado Alberto Fujimori, a su emporio con frecuencia llegaba, dicen, con su hija Keiko, en horas de la noche en Helicóptero. De la llegada de helicópteros nos consta. También se estima que Vladimiro Montesinos se habría escondido algunos días en la propiedad del millonario Masías.

Por otro lado Estuardo Masía ha venido contaminado el agua enterrando y arrojando frutas podridas y ensalando los pozos de SEMAPACH.  Y, nadie puede pasar por su cercanía, porque paga con su vida, como ocurrió hace algunos años con un campesino, en que el asesinato quedó impune. De la amenaza y bravuconería lo sabemos perfectamente. Pues los gobernadores y periodistas fuimos amenazados, incluso con armas. El montesinismo prevalece en Chincha, hay rasgos, enseñanzas y práctica en La Calera.

En conclusión se ha borrado de la historia al Centro Poblado La Calera con toda su estructura orgánica, su carretera, sus restos arqueológicos, su fuente de agua, sus instituciones sin que nadie proteste y reclame, contando con la complicidad del Ministerio de Cultura. Los restos arqueológicos han desaparecido, increíblemente.

Es increíble cómo los alcaldes de los distritos andinos: San Pedro de Huacarpana, Yánac, Huachos, Tantará, Huamatambo, Chupamarca, Arma, Aurahuá, y otros, sean cómplices de este atentado atroz, cometido por “Tallo” Masías, cerrando  y apoderándose de la carretera antigua, que hoy solamente es historia. Y lo peor, permitido por la alcaldesa de Larán.