En OPINIÓN LIBRE |

Nelson Shack: "El valor del consenso en el nuevo Ministerio de Infraestructura"

Hay más de 2 mil obras paralizadas este año que superan los 36 mil millones de soles; y obras concluidas que no están en funcionamiento por la falta de personal, equipamiento…”.

La necesidad de crear un Ministerio de Infraestructuras como parte de una reforma destinada a abordar y resolver los problemas estructurales del sistema de inversiones en el Perú en lugar de crear la Autoridad Nacional de Infraestructura.
La necesidad de crear un Ministerio de Infraestructuras como parte de una reforma destinada a abordar y resolver los problemas estructurales del sistema de inversiones en el Perú en lugar de crear la Autoridad Nacional de Infraestructura.

 

Por: Nelson Shack, exContralor General de la República

 

Hace más de un año, en esta columna y en diversos foros, comenté sobre la necesidad de crear un Ministerio de Infraestructura como parte de una reforma destinada a abordar y resolver los problemas estructurales del sistema de inversiones en el Perú en lugar de crear la Autoridad Nacional de Infraestructura.

 

El actual desorden y desintegración —que incomoda a los gestores públicos cuando son cuestionados y a la ciudadanía cuando se desvanece la ilusión y surge la frustración— subyacen a los problemas de corrupción e ineficiencia en el ámbito de las inversiones públicas, que nos generaron pérdidas por más de 8,963 millones de soles solo en 2023 (un 17.5% del presupuesto público ejecutado). Esto es lo que realmente se debe corregir, y no se solucionará con la creación de un ministerio que simplemente aglutine programas de otros, y mucho menos si se incorporan a las mismas personas que arrastran el lastre de continuas ineficiencias y cuestionamientos, o si se mantienen las mismas reglas para el diseño, contratación, ejecución y operación de los grandes proyectos.  

 

 

 

 

                 La iniciativa es buena, pero la propuesta no necesariamente. Se necesita una discusión profunda que identifique el problema y lo enfrente con conocimiento.                  

 

 

 

 

Esta discusión debería centrarse en cómo integrar los procesos de planeamiento, programación, presupuesto, contrataciones y control, abarcando tanto la fase de diseño como la de ejecución, evaluación y operación. No debemos olvidar que la ‘infraestructura’ es solo un insumo (muy importante y atractivo por los efectos multiplicadores que genera) destinado a la prestación de un servicio, dentro de un enfoque claro de gestión por resultados que aporte valor al ciudadano. En consecuencia, es necesario mirar el bosque y no solo el árbol.

 

 

Por ejemplo, si hacemos una sencilla clasificación por umbrales de monto en inversiones pequeñas (menores a 1 millón de soles), medianas (entre 1 y 100 millones), grandes (entre 100 y 1000 millones) y muy grandes (más de 1000 millones), necesitaríamos antes definir el modelo de operación estatal que queremos que tengan las inversiones grandes y muy grandes, no solo para su diseño, contratación, ejecución y supervisión, sino también para garantizar su culminación y operación. No por gusto hay más de 2 mil obras paralizadas este año que superan los 36 mil millones de soles; y obras concluidas que no están en funcionamiento por la falta de personal, equipamiento, mantenimiento y autorizaciones.  

 

Observando los distintos procesos, su integración y la identificación de las principales actividades, reconoceremos que existen diferentes actores institucionales, y así saber qué competencias tendría un Ministerio de Infraestructura y cómo se relacionaría con los ministerios sectoriales, el MEF, la PCM, la Contraloría General y los gobiernos regionales (incluyendo a la Municipalidad Metropolitana de Lima), entre otros.  

 

 

 

Desarrollar obras públicas implica mucho más que juntar ejecutores y aprovechar economías de escala; hay más actores, públicos y privados, que parecen no estar siendo considerados. Entre ellos los que otorgan permisos, regulan los aspectos técnicos, sanean físicamente los terrenos y eliminan interferencias, realizan los estudios de viabilidad, preparan los expedientes técnicos, términos de referencia y bases, supervisan las obras, entre otros. Incluso, los profesionales que viabilizarán las inversiones públicas, a quienes se debe garantizar un acceso meritocrático, separado del ciclo político, con una remuneración justa y competitiva, sujeto a una evaluación de desempeño y al cumplimiento de metas anuales de resultado.

 

Dicen que no por mucho madrugar amanece más temprano. No vaya a ser que nuevamente se mueva toda la maquinaria legislativa para una iniciativa que no va a funcionar. Solo con una visión integral, que resulte de una discusión profunda y ciertamente con conocimiento, podremos recién definir las competencias y procesos que deberá tener un nuevo Ministerio de Infraestructura. El Congreso tiene la oportunidad y la responsabilidad de fomentar un debate amplio sobre la propuesta improvisada del Ejecutivo, con el fin de abordar problemas que han persistido durante décadas y promover un desarrollo económico y social sostenible en beneficio de toda la población.

 

Fuente: Peru21

Compartir:
whatsapp facebook twitter email
copiar
RELACIONADAS

SUSCRÍBASE AL BOLETÍN DE HUACHOS.COM

Recibe las últimas noticias del día

Su Nombre Completo
Correo Electrónico


TE PUEDE INTERESAR
Escribe tu comentario