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David Vilcapuma Gutiérrez - Licenciado en Educación
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Néstor Norberto Chávez Saravia, nació un 6 de junio de 1924, en la estancia de Taquia, anexo de San Antonio de Huasipircana, distrito de San Juan de Yánac, provincia de Chincha, Región Ica. Sus padres fueron: Don Sabino Chávez Aguado y doña Sabina Saravia Sánchez, natural de Azángaro, provincia de Yauyos.
Tuvo cinco medio hermanos por parte de mamá: Gerardo Vilcapuma Saravia, Pascual Vilcapuma Saravia, Tiburcio Vilcapuma Saravia, Apolinaria Vilcapuma Saravia, Virginio Gutiérrez Saravia.
Cuentan que su niñez fue un poco difícil, por los bajos recursos económicos por las que pasaba sus padres. Su adolescencia, fue más tranquilo, asumía responsabilidades de una persona mayor, durante esa etapa, inicia su inclinación por la música.
Su juventud, la pasó aprendiendo y tocando varios instrumentos musicales, ayudando también a sus padres en la agricultura y la ganadería.
Nunca fue al colegio, pero como estaba rodeado de otros músicos, aprendió a interactuar con las personas. Sus amigos los buscaba para tocar en varios grupos musicales.
En 1945, conoce a Luzmila Gonzales Yalli, de quien se enamora de todo corazón y de buenos sentimientos. En 1946, contraen matrimonio en la capilla de Azángaro, provincia de Yauyos. Luego se traslada a la estancia de Palmadera Chico, que está ubicada, en la Hacienda de Huañupiza, (para entonces); donde se establece y forma su hogar.
Allí trabaja intensamente dedicándose a la agricultura, ganadería y al comercio, (compra y venta de ganado).
En 1948, nació su primer hijo llamado: Eladio Dionisio Chávez Gonzales, en 1950 su segundo hijo llamado: Vidal Chávez Gonzales, en 1952, la tercera y única hija llamada: Asenciona Chávez Gonzales, en 1954, nació su cuarto hijo: Modesto Chávez Gonzales y en 1956, su quinto hijo llamado: Leoncio Chávez Gonzales.
« Néstor como padre fue estricto y recto en la crianza de sus hijos, llevándolos por el buen camino e influyendo en los gustos musicales de sus hijos. »
Desde joven cultivó el arte de la música de viento y de cuerda, no conoció el pentagrama musical; pero si al oído lo dominaba muy bien.
También le gustaba practicar el deporte, como por ejemplo el futbol; era un hombre entusiasta en el deporte, destacaba como delegado y como uno de los mejores defensores de su equipo, era impasable con mucha habilidad y capacidad para el juego.
Participo en diferentes escenarios (estadios) de las zona, como: El estadio de Rayanniyoc, chocos, Huanca cancha y otros. Este último estadio lo formó Néstor Chávez Saravia, unidos con la familia Gonzales.
Su plato favorito, fue la pachamanca y el caldo de carnero.
Como músico participó en varias bandas musicales. Ya en Julio de 1964, junto a sus hijos formó un grupo musical, que llevaba como nombre: “Las Águilas de Huañupiza”, siendo su director su hijo: Don: Eladio Dionisio Chávez Gonzales, con este grupo viajó por diferentes lugares haciendo divertir, bailar, emocionar y enamorar a los asistentes a dichas fiestas.
En 1960, los hijos decidieron cambiar el nombre de la banda de músicos, poniéndole el nuevo nombre a la banda, llamada "Santa Isabel de Huañupiza", siempre bajo la dirección de su hijo: Eladio Chávez, con la participación del patriarca Néstor Chávez, y todos los hermanos, integraban también esta banda su hermano: Virginio Gutiérrez Saravia, y sus sobrinos Máximo Vilcapuma Gutiérrez, Prudencio Quispe Auris, Gerardo Vilcapuma Quispe, y para completar la banda contrataban músicos de otros lugares.
En 1975, se aleja de la música, dedicándose de por vida a la agricultura, ganadería y el comercio, radicando siempre en la estancia de Palmadera Chico. Pero no perdía la costumbre de ir a las fiestas costumbristas.
El 12 de abril del 2006 deja de existir debido a una enfermedad repentina, que lo llevó a descansar por siempre.
Falleció en su estancia, siendo velado en compañía de toda la familia y amigos. Luego fue enterrado acompañado por sus seres queridos, en el cementerio general de San Luis de Huañupiza.
Que la música siga vibrando en nuestros corazones, siempre te recordaremos con cariño y que Dios te tenga en su santa gloria querido Néstor.
Desde Palmadera Chico, con una nueva cosecha literaria original de tu amigo de siempre:
"Belleza del alma"
Mi alma brilla intensamente, en el horizonte más lejano.
Siento cada vez más fuerte, la ausencia de tu ser.
El silencio me anima y desata pasiones infinitas.
Las flores del jardín, se van marchitando lentamente.
El viento corre suavemente, dando su silbido.
Las nubes pasan, sin que nadie pueda atraparlas.
La luna, sale algunas veces de noche, para alumbrar el camino.
El fuego, arde con el soplo del viento.
No habrá más diferencia, entre tu alma y la mía.
Las ventanas, se abren y nos brinda por última vez, su aire puro.
El sol, recoge sus sombras y se aleja suavemente por el cielo.
El triunfo, llega hoy dame un beso apasionado por última vez.
Chincha, mayo del 2017.