Por: Luis E. Forero Medina Abogado/Especialista enSaluderecho |
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Disfrutar de las comidas y las bebidas, depende que esté dulce, salado, agrio o amargo, o en su punto, lo cual percibimos gracias a los sentidos del gusto y el olfato, sentidos “que están muy relacionados” (Nidcd.nih.gov)
El olfato es un sentido que alerta a las personas de peligros inminentes como alimentos en mal estado, la fuga de gas natural, humo de incendio, y otras advertencias que, si no las percibe ese sentido, el trabajo lo hace el sentido del gusto. Por el olfato el ser humano se embelesa con los provocativos aromas de sus comidas favoritas, se maravilla con la fragancia de las flores y frutos y se enorgullece y pavonea con las esencias y fragancias. Mucho de lo que se percibe como "sabor" es en realidad olor.
Una persona nace con aproximadamente 10,000 papilas gustativas, las cuales comienzan a perderse después del medio siglo de vida; empero estas y las células sensoriales ayudan a oler, y son las únicas células sensoriales en el cuerpo humano que se reemplazan regularmente en el transcurso de la existencia. “Sin las neuronas sensoriales olfativas, los sabores familiares como el chocolate o las naranjas serían difíciles de distinguir”. Esas neuronas se ubican en un pequeño parche de tejido dentro de la nariz.
Cuando empieza a perderse el sentido del gusto, es decir cuando se no tienen los cinco sentidos, lo aconsejable es consultar el profesional respectivo, es decir un otorrinolaringólogo (a veces llamado ENT) , que es un médico del oído, nariz, garganta, cabeza y cuello; que según el protocolo para casos de pérdida del gusto ordena una tomografía computarizada o una resonancia magnética.
El problema no es que les sepa o no les sepa el alimento, sino que “un sentido del gusto distorsionado puede ser un factor de riesgo para enfermedades cardíacas, diabetes, derrames cerebrales y otras enfermedades”.
Son más de una decena las causas por las cuales se pierde el sentido del gusto, entre otras cuando se llega a los sesenta años; sin embargo, los científicos creen que hasta el 15 por ciento de los adultos pueden tener un problema de sabor u olor. El origen de la pérdida del sentido del gusto igualmente puede ser una simple gripe y otras infecciones virales, faringitis, infección nasal, infección de las glándulas salivales, parálisis de Bell, pólipos nasales, resfriado común, sinusitis, trauma en la cabeza y varias más. (Medlineplus).
Se indica de la misma manera que “algunas personas recuperan su sentido del olfato espontáneamente, sin ninguna razón obvia”.
Soluciones paralelas a las que resulten de la consulta al ENT (otorrinolaringólogo ), las autoridades sanitarias norteamericanas aconsejan que “para que su comida sepa mejor use hierbas aromáticas y especias picantes para agregar más sabor; evitando agregar más azúcar o sal a los alimentos. Si su dieta lo permite, agregue pequeñas cantidades de queso, tocino, mantequilla, aceite de oliva o nueces tostadas en las verduras”.
@luforero4 |
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