Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

Entre la izquierda y la señora K como se le dice, ¿habrá salvación o maduración o regresión?

La clase trabajadora peruana de vez en cuando se envalentona con anuncios de mejoras a su condición; al contrario de la gruesa población económicamente activa que se encuentra desempleada o no ha logrado durante su vida una formalización laboral, o que retirada del servicio no consiguieron una pensión de jubilación de por vida.

El asunto se agudiza para algunos sectores como el juvenil y el femenino, donde el desempleo llegó hace tiempos a dos dígitos; según cifras oficiales el desempleo juvenil en 2017 era mayor del 13%; aproximadamente 3.3 veces mayor que el desempleo adulto urbano.

Una de las causas por las cuales los jóvenes peruanos no consiguen fácilmente empleo, aducen algunos, es debido a que la educación secundaria no brinda una formación tecnológica laboral, que permita a los jóvenes egresados aprovechar las competencias, para insertarse de manera exitosa al mercado laboral. Señalan que sería conveniente reestructurar el sistema educativo de la EBR nivel secundario, para que se habilite a los estudiantes una capacitación técnico laboral, de un (01) año, en el quinto año de secundaria.

Como otro aporte para llenar esa laguna, se propuso crear el bachillerato técnico en el nivel secundaria, modificando así la ley 30627, para diversificar la educación para el trabajo en las instancias nacional y regional, en la educación básica a los alumnos de tercero, cuarto y quinto grado de educación secundaria de las instituciones educativas públicas.

En este país más de la cuarta parte de la población es joven, más de ocho millones està en el rango entre 15 y 29 años; que se verían beneficiado de la "ley pro joven" que promueve el ingreso de jóvenes a la administración pública, que llega a ocupar miles de vacantes que deja gran parte por población en edad de pensionarse o con mejores ofertas laborales.

Esta tendencia de incentivar el empleo juvenil, se vería igualmente en el sector privado si se convierte en ley de la República una propuesta que  establece beneficios tributarios a favor de los empleadores que contraten a mujeres y jóvenes.

A mayor empleo juvenil, menores impuestos, es la propuesta para los trabajadores del sector privado, que están por beneficiarse de una posible adquisición de vacunas contra La COVID-19. Las personas que han dejado de prestar sus servicios, que aumentaron considerablemente por la pandemia, se   establecería en su favor la continuidad del seguro de salud a cargo de las entidades prestadoras de salud-eps.

Ya en otro plano, en el mercado laboral peruano existe la tendencia conocida como “puerta giratoria” o pasar continuamente del sector público al privado y viceversa; muchas veces para pagar favores recibidos. Esta modalidad estaría a punto de desterrar prácticas que de cuando en cuando acuden algunos funcionarios y servidores públicos y contratistas estatales.

En el paquete laboral se incluye reformar radicalmente el polémico sector de los trabajadores de construcción civil, estableciendo un régimen especial previsional.

El Perú encabeza entre las economías de la región el mayor crecimiento proyectado para 2021, de acuerdo al FMI; por lo que se prevé que la torta alcance para todos. Al calendario de festividades y descanso se agregaría el 09 de diciembre que se declararía día no laborable y pagado a nivel nacional, tanto a trabajadores oficiales como particulares, en conmemoración de la batalla de Ayacucho, fin del virreinato del Perú, libertad sudamericana y día del ejército peruano.

@luforero4