“General, cierre el Congreso, saque a todos los que están adentro, no permita que nadie ingrese, intervenga a la fiscal de la Nación y la fiscalía”. Estas fueron las órdenes que el golpista Pedro Castillo le dio al entonces comandante general de la Policía Nacional del Perú, general (r) Raúl Alfaro, aquel 7 de diciembre del 2022, luego de dar su nefasto mensaje a la nación.
Así lo ratificó este jueves el propio ex alto mando policial durante la audiencia del juicio que enfrentan el expresidente y tres de sus exministros por el golpe de Estado. El testimonio del general Alfaro es crucial para el juicio, ya que fue quien recibió la orden directa de Castillo y confirma lo que declararon previamente los generales Vicente Álvarez y Jorge Angulo, quienes estuvieron presentes durante la llamada que recibió el primero.
“EL POLLO ESTÁ MUERTO”: ex director general PNP, Raúl Alfaro, confirmó hoy que expresidente Pedro Castillo le ordenó por teléfono cerrar Congreso y detener a fiscal de la Nación durante fallido golpe de Estado de 2022. Fue solo una “proclama”, no? “No me levante en armas” Ahora? pic.twitter.com/ZwQOFLYRUk
— Luis Felipe Esteves (@felipeestevesvg) March 27, 2025
La defensa del acusado solo atinó a preguntar al interrogado si estaba seguro de que Castillo era quien estaba al otro lado de la línea. Por su parte, el exministro del Interior Willy Huerta perdió los papeles y protagonizó un bochornoso espectáculo en la sala, al ponerse de pie y gritar “mentiroso” al testigo, por lo que luego debió ofrecer disculpas. Según los policías, Huerta fue quien realizó la llamada desde su celular y puso en contacto a Alfaro con Castillo.
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La declaración también desbarata uno de los argumentos principales de la estrategia de defensa del exmandatario y lo vuelve a poner en evidencia como un manipulador de la verdad. Hace unos días, en ese mismo juicio, Castillo insistió en que solo leyó “un documento sin ninguna consecuencia”. Omitió decir que sí dio una orden directa para que los anuncios de su mensaje sean llevados a la práctica. Afortunadamente para nuestra democracia, el alto mando policial de ese entonces no acató el mandato del golpista, quien fue detenido a las pocas horas.
El montaje armado en los últimos días por Castillo para tratar de presentar los actos delincuenciales que cometió ese día como un simple gesto político se empieza a venir abajo. Seguramente veremos más histrionismo, huelgas de hambre, cambios de abogados y otras estrategias para sabotear el juicio. Pero la verdad terminará imponiéndose sobre las patrañas.
Fuente: Editorial de El Comercio
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