Hugo Buendía Guerrero, tendra tiempo suficiente para reflexionar las consecuencias de su comportamiento delictivo.
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Por: Eucadio Gutiérrez Solano - Profesor/Periodista
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El caso del alcalde del distrito de Pueblo Nuevo, profesor Hugo Buendía Guerrero, es la muestra de la corrupción generalizada que afecta al pueblo Nuevo, donde el Gobierno y Congreso de la República son los culpables y protectores directos.
Hugo Buendía Guerrero, un humilde profesor, ocupó la alcaldía de Pueblo Nuevo tras la muerte de Mariela Ormeño de Peña.
Según la
denuncia hecha por Radio Satélite por el regidor Edilberto Chilquillo Cusipuma, este profesor habría aprendido las malas artes desde la época del otrora alcalde Lucio Juárez Ochoa, donde se instauró una corrupción sin precedentes, y que continuó con la administración posterior.
En aquel tiempo la prensa local incluso nacional se ocupó de Chincha catalogándolo como el lugar donde los poderes del Estado se habían olvidado de actuar, dejando que las mafias y la corrupción hagan su agosto, por doquier.
Los ex alcaldes de Chincha,
José Navarro Grau; y de los distritos de Pueblo Nuevo como
Lucio Juárez Ochoa y
de El Carmen, José Alberto Soria Calderón, hoy prófugo, entre otros, denunciados hasta el cansancio, no tuvieron eco; pues la denuncias fueron archivadas bárbaramente no obstante la pruebas exhibidas. Se burló del pueblo chinchano escandalosamente, demostrando que la mafia tenía mucho poder y que operaba libremente.
El Poder Judicial y la Fiscalía eran ciegos y sordos. Sobre esta triste y asquerosa realidad hay abundante material en los archivos. No estamos inventando.
De modo, Hugo Buendía Guerrero, no es aprendiz novato, recalcó con valentía el regidor Chilquillo, acusando también a los demás regidores que se habían olvidado de fiscalizar. Eso de sembrar prueba o cosa por el estilo son puro cuentos.
Hay peces gordos en muchos distritos que pasan piolas. Llegaron a la alcaldía muy pobres ahora tienen propiedades de valor, desde luego a nombre de terceras personas.
Son tan astutas, como la
alcaldesa de Larán que ha hecho creer a los regidores que prefieren ir a la cárcel por hacer obras y no por robar, como si ellos hicieran obras.
Estamos al inicio de la moralización. Esperamos que continúe por la salud del pueblo.
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