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Pedro Castillo será proclamado, pero sujeto a las leyes de oscilación del Péndulo de Foucault

ELECCIONES PRESIDENCIALES SEGUNDA VUELTA 2021.

Una vez sentado en el sillón presidencial, vendrán las apuestas de cuánto tiempo durará en el poder. Bedregal sostiene que la derecha radical está empecinada en evitar su asunción al poder.

Entrevista a Jorge Bedregal La Vera, historiador y catedrático de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa.
Entrevista a Jorge Bedregal La Vera, historiador y catedrático de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa.

 

Jorge Bedregal La Vera suele declararse en las redes sociales como antifujimorista. Sus post son mordaces e irónicos. Sin embargo, en esta entrevista analiza todas las aristas del cubo de la política peruana. Le preocupa la orfandad de Pedro Castillo y el reto para la izquierda de estar a la altura de las circunstancias. Si Castillo quiere gobernabilidad debe negociar con partidos de centro, dice.

 

- Sostienes que se hace varios llamados a los cuarteles y no faltará un militar que haga caso. Pero la apuesta no es el golpe militar clásico. Sino evitar que Castillo sea proclamado, asuma el nuevo Congreso y este convoque a nuevas elecciones.

 

Ese también es un golpe militar. Si los militares intervienen en el conflicto hasta que se convoque a elecciones es un golpe militar. Parece que lo estuviésemos viviendo en cámara lenta. Todos cumplen un papel. El papelón de esta comisión ante la OEA forma parte de la tragicomedia. Alfredo Barnechea lo dijo claramente: “la alianza de los ciudadanos con los militares, eliminando a los progres, evitará que el Perú se convierta en Venezuela o Cuba”. Hay una insistencia de recurrir a las Fuerzas Armadas (FFAA) para que asuman un papel beligerante.

 

- Pero las FFAA aún no recuperan el prestigio tras haberse sometido a Vladimiro Montesinos durante el fujimorismo (1990-2000)

 

Es cierto, están descolocadas, pero ¿no salieron las llamadas telefónicas de Montesinos de una prisión que controla la Marina? El acceso al teléfono fijo, tres celulares. Eso preocupa. No hablo institucionalmente de la Marina, sino de algunos sectores conservadores. No me asombra que esté ahí el vicealmirante Jorge Montoya (hoy congresista) como uno de los protagonistas más estridentes del circo. Tampoco es casual la cercanía de López Aliaga que presume de sus contactos en la Marina.

 

- En la campaña se movilizó la idea del terrorismo y del vínculo de Castillo con él. Es una manera de invitar a las FFAA. subirse a este carro, para luchar contra un enemigo común.

 

Hay un grueso número de votantes de 18 a 30 años que de terrorismo solo tiene referencias. No lo vivieron. En cambio, Vladimiro Montesinos está en presente, aparece en la televisión, hay videos de él en You Tube. De lejos, la recordación de Montesinos es más perjudicial para Keiko, que el terrorismo para Castillo. Hace tiempo, las FFAA presentaron el libro blanco que recoge su historia pero omiten el acta de sujeción donde se subordinan a Montesinos.

 

Una de las historiadoras, Carla Granados, me dijo que lo habían incluido pero el Comando Conjunto lo borró de un plumazo. Es que aún no digieren el hecho de inclinar la cerviz ante un capitán acusado de traición a la patria. Entonces, si te apoyas en las FFAA sabes que el puntillazo también vendrá por ese lado. Si insistes en hablar de terrorismo, te harán recordar esa acta, el grupo Colina, los crímenes en la lucha interna, etc.

 

- ¿Quiénes no quieren que asuma Pedro Castillo ya no es Keiko sino DBA (la derecha bruta y achorada)?

 

Parece que ya le bajaron el dedo (…) Era la candidata a la que apostaron todo. Antes de la primera vuelta, DBA hizo campaña contra Verónika Mendoza, contra Guzmán y se olvidaron del más microbiano (Castillo). Aparentemente era el único que podía perder contra Keiko. Probablemente lo más marketero para la derecha hubiese sido no ir con Keiko. Por su antivoto. Por eso me sorprende que estadísticamente se cuestionen los resultados. Este no es un proceso normal, Fuerza Popular no es un partido normal. Algunos votantes de Hernando de Soto, López Aliaga, Guzmán no votaron por Keiko.

 

- ¿Y cuál es la lectura de esta derecha que enarboló el discurso de la democracia y ahora llama a los cuarteles?

 

“Terruquito quiero verte en una fosa y de tus tripas quiero sacar sebo para dársela a mi perro” es uno de sus sloganes. Es agresivo y facista que refleja el verdadero cariz de la DBA peruana. Como ahora están desesperados se les cayó la careta. Utilizan, por ejemplo, la camiseta de la cruz de borgoña que se parece a la casaquilla peruana pero el símbolo representa a Vox de España, partido facista. Además es la bandera del virreinato peruano. Tengo la sensación que quieren paralizar la historia y volver a las épocas antes de Bicentenario. Así empezó el partido nazi, un grupo de loquitos que causaba risa. De pronto llegaron a tomar el poder.

 

- Por otro lado, la orfandad de Castillo preocupa. No tendrá mayoría congresal y las pugnas en su entorno son visibles.

 

Viene con una piedrota en el zapato. Castillo, para tener un buen ministro o funcionario, debe basarse en el grupo de Verónika. Pero poner a todo el equipo de Mendoza es imposible e inaceptable para sus otros socios. Entonces es deseable que no se peleen con Vladimir Cerrón, pierde Castillo. Él debe negociar con otros partidos de centro. Castillo tiene una perspicacia política inusual e insospechada pero no sé si esté en capacidad para firmar todos esos acuerdos para tener algo de gobernabilidad.

 

- El sector duro de Perú Libre ya se pronunció contra la gente de Mendoza, la permanencia de Julio Velarde en el BCR. Sostienen que por eso no votó el pueblo.

 

Lo real es que las propuestas iniciales de Castillo son irrealizables. Han servido más bien para causar terror. Son reformas dramáticamente importantes que sin apoyo institucional ni el de las Fuerzas Armadas no las vas a llevar adelante. Pero debe cumplir con algo. No puedes mantener el 100% de su tiempo en discursos, tiene que haber obra, una praxis política. La gente está muy ansiosa de darle la estocada final a las services, AFPs, a la corrupción, etc. Castillo será proclamado, luego vendrán las apuestas de cuánto durará en el poder...

 

- Habrá un embalse de expectativas que si no se satisfacen vendrán los conflictos.

 

Exacto, recuerda en el peor tiempo de la pandemia hubo dos movilizaciones fuertes para sacar a Manuel Merino.

 

- También has sostenido que la izquierda está frente a un reto difícil, la de gobernar, pero hay sectores inmaduros.

 

La izquierda se ha encontrado con el poder y lo hace por elecciones. Cosa que no se había dado jamás. El problema es que la izquierda no es homogénea, algunos grupos han crecido y otros no. Es difícil predecir su comportamiento.

 

- Hay un afán de atomización, hubo líderes que se resentían porque no ponían su nombre en un volante y formaban su propio partido.

 

La izquierda siempre tuvo el sueño del partido propio. Recuerdo mucho a dos grupos en un congreso nacional que se pelearon por la interpretación de un punto del programa. Al día siguiente, el otro ya tenía su propio partido. Por otro lado, si tú coges un volante de los setenta y los comparas con los de Cerrón no han cambiado nada, ni en la adjetivación. Siguen hablando el idioma del siglo XX.

 

- En esta elección también se hizo evidente este enfrentamiento entre Lima y regiones.

 

Se venía venir. En la anterior elección los arequipeños decíamos que salvamos al Perú votando por PPK. Esos votos fueron decisivos en esa elección. Lima ya no está eligiendo presidentes, es decir el que ganaba en Lima, ya no estaba triunfando en la elección general. El voto del sur se ha vuelto tan significativo para perder o ganar una elección. Hemos visto ahí que es el Perú contra Lima.

 

- Hay una suerte de revanchismo.

 

Mariátegui se preguntó: ¿No sé porqué el Perú no termina de romperse? Son varios Perús. Esa pregunta la hizo en el siglo pasado. En el Bicentenario la pregunta sigue vigente. El Perú se mantuvo unido por su lucha descentralista, un reclamo contra el centralismo limeño. Lima fue un cohesionador negativo. Pero más percibo una suerte de cansancio.

 

- Muchos dicen que antes el reclamo del sur era más intelectualizado con propuestas, ahora se limita a la protesta.

 

Cierto, Willy Rochabrún escribió sobre el cansancio de los momentos colectivos. Todos nos ponemos la camiseta y gritamos al Cienciano, aplaudimos que Machupicchu sea declarado patrimonio cultural, etc. Son momentos colectivos que no terminan de cuajar en algo permanente. Instantes. Pregunto, ¿el furor para sacar a Merino del poder caló para que marque las siguientes movilizaciones? Claro ningún país puede jactarse de tener una constancia así, quizá Dinamarca, pero en el Perú predomina la teoría pendular, la opinión pública puede estar en la izquierda en algún momento y luego pasa a la derecha.

 

Fuente: La República

 

 

 

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