Por: Luis E. Forero Medina Abogado/Especialista enSaluderecho |
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Probablemente hacia el final de esta década, en 2030, algún país enarbole la bandera por haber superado la 13ª estrategia de la década 2021-2030, “Mantener la atención médica limpia”; por cuanto hasta ahora ninguno lo ha conseguido, otros ni siquiera han empezado.
Tampoco hay uno, ni siquiera uno, que haya reunido información confiable de los casos que a diario suceden en su interior, provocando imprevistos molestos a pacientes que hacen uso de un hospital, y que terminan en el mejor de los casos ampliando su estadía en el centro médico por motivo diferente al que ingresó. El costo real de esas complicaciones de la salud posteriores a la atención primariamente contemplada, tampoco es posible calcularlo a gobierno alguno por el momento.
Las consecuencias de una falta de atención medica limpia fuera del prolongamiento de la estadía en el hospital, como ya anotó, son el agravamiento de la salud de los pacientes afectados, su posible estado de discapacidad en que quedaría, y hasta la muerte. Las infecciones por partos no limpios, representan el 26% de las defunciones neonatales y el 11% de la mortalidad materna, y en conjunto ambos factores representan 2739 casos fatales diarios, esto es más de 1 millón de muertes cada año a nivel mundial (OPS).
Las causas de no haber arreglado este grave problema de salud pública, es que “la mayoría de los países carece de sistemas de vigilancia de las IAAS también llamadas infecciones hospitalarias o nosocomiales y la falta de uniformidad de los criterios para diagnosticarlas”, señala la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Las IAAS (infecciones asociadas a la atención sanitaria) son responsables que durante el tiempo en que se lee esta nota, en el mundo, aproximadamente más de 1,4 millones de personas contrajeron infecciones en el hospital al que entraron; independientemente que el hospital sea antiguo o moderno o esté ubicado en un país avanzado o subdesarrollado. Entre el 5% y el 10% de los pacientes que ingresan a hospitales sofisticados del llamado mundo desarrollado, contraerán una o más infecciones IASS. En los países en desarrollo, desde luego la situación es peor; el riesgo de infección relacionada con la atención sanitaria es de 2 a 20 veces mayor que en los países desarrollados, de acuerdo a la OPS (Organización Panamericana de la Salud).
Según la OMS, “Los servicios de agua, saneamiento e higiene son críticos para un sistema de salud en funcionamiento. La falta de estos elementos básicos conduce a una atención de baja calidad y una mayor probabilidad de infección para pacientes y trabajadores de la salud. Todo esto sucede en un contexto de miles de millones de personas en todo el mundo que viven en comunidades sin agua potable o servicios de saneamiento adecuados, los cuales son los principales impulsores de las enfermedades.”
Contrariamente a lo que se cree, el problema no se resuelve con grandes cantidades de dinero, es bien barato y eficaz, ¡lavarse las manos!, a la cabecera del paciente, que hace parte de una de las ocho soluciones al problema de las IAAS que recomienda la OMS; otra es mejorar la educación y la responsabilidad del personal.
Po cuanto, actualmente más de 2100 millones de personas no tienen agua potable y disponible en el hogar, y 4500 millones carecen de un saneamiento seguro en todo el mundo, de las cuales están más de 65 millones de personas en América Latina y el Caribe, que no tienen acceso al agua potable y al jabón; la OPS instó a los gobiernos para que implementen “hojas de ruta para garantizar que todas las instalaciones de atención de la salud, en todos los entornos, tengan suministros de agua segura y confiable y baños o letrinas suficientes y gestionados de forma segura y accesible".
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Hospital de Lima.
En algunas partes es una realidad que un inodoro o una letrina se tiene que compartir con más hogares que viven alrededor. Se prevé, que el resto de los países de la región, con excepción de Panamá, Costa Rica, Ecuador, Surinam y Uruguay, se enfrentarán a situaciones de escasez económica de agua dentro de cuatro años. Ante la falta de agua y un saneamiento deficiente, los que “reinan” son la diarrea, el cólera, la disentería, la hepatitis A y la fiebre tifoidea.
A nivel global las estrategias con el fin de que se brinde una atención médica limpia, la lideran El Reto Mundial por la Seguridad del Paciente y la Alianza Mundial por la Seguridad del Paciente concretada en 2004, de la cual hace parte el Perú.
@luforero4 |
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