David Vilcapuma - Profesor/Escritor

"Don Alejandro" nació un 07 de marzo de 1934, en el caserío de San Luis de Huañupiza, anexo de San Juan de Yánac, distrito de Chavín, para entonces, provincia de Chincha alta- departamento de Ica.

Sus padres fueron: Mateo Chávez (Q.E.P.D), y doña Victoria Cristóbal (Q.E.P.D.), naturales de del caserío de San Luis de Huañupiza, tuvo varios hermanos entre los que tenemos registrados a: Modesto Chávez Cristóbal, Martín Yactayo Cristóbal, Emeterio Yactayo Cristóbal, Pedro Yactayo Cristóbal, Olinda Yactayo Cristóbal, Marcelina Delgado Cristóbal, Fermín Delgado Cristóbal.

Estudió la primaria en su ciudad natal, culminando el 5to grado de primaria; fue un hombre, sencillo, servicial, humilde y de corazón bueno.

Sus hijos cuentan que él desde muy joven se desempeñó arduamente al trabajo de la agricultura y la crianza de sus animales, fue un obrero dinámico que forjó su bienestar obedeciendo el dictado de su conciencia y con el fruto de su trabajo, adquirió su predio dejando a sus hijos a buen recaudo.

En el año 1981, dotado de una fe ferviente, decidió integrarse a la misión de la iglesia, conociendo a nuestro señor Jesucristo, como su salvador y en adelante dio testimonio del poder de dios y predicó fervientemente a los pueblos y vecinos como el distrito de San Juan de Yánac y el distrito de Chavín, estableciendo congregaciones.

Fue nombrado pastor de la Iglesia Evangélica, donde gran cantidad de pobladores recibieron a cristo, encaminando y guiandolos a la comunidad al servicio de Dios, tenemos la certeza que su modesta prédica hizo despertar la fe y esperanza a mucha gente.

Acontecimiento. Por causa del terrorismo la sierra fue declarada zona roja:

Cuenta que un día llegó a la iglesia, un integrante de Sendero Luminoso y le dijo:

- ¿Qué hace usted aquí? - él le respondió, - aquí sirvo a Dios.

- El senderista le replicó: entonces, - ¿conoces a Dios? mejor anda sirve a tus vacas.  

Alejandro con la humildad y la prudencia que lo caracterizaba respondió, - Dios hace la revolución sin arma, cambia a la gente de alma y de corazón.

Su legado: era ser fiel y vida eterna la recompensa. El camino por donde trajinó desde su juventud fue duro y cuándo asumió algún cargo lo hizo con mucha responsabilidad y ahínco.

En año 2001, cayó enfermo detectándole un síndrome nefrológico crónico, no pudiendo retornar a su santa tierra. Muchos de los amigos que lo conocieron no pudo despedirse, solo quedaron en el recuerdo sus buenos ejemplos y testimonios como buen cristiano.

Quienes lo conocemos sabemos de su humildad y perseverancia. Nunca estará de más un recordatorio sencillo que le rindamos a este hombre menudo, pero de un corazón bueno y probo.

Falleció un 14 de agosto de 2015, en el hospital Edgardo Rebagliati Martins, producto a la enfermedad que padecía.

La familia expresa su agradecimiento a todas las personas que con sus oraciones y manifestaciones de afecto, nos acompaña en esta sencilla gratitud y homenaje.

Descansa en paz Siervo de Dios.

Chincha, junio de 2020