El sector de "superfoods" o superalimentos -como la quinua, maca, kiwicha por ejemplo- es uno de los sectores que más está creciendo en el mundo y Perú tiene el potencial de subirse a este tren de alta velocidad que está cambiando hábitos de consumo rápidamente.
Así lo indicó el
director general de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente, José Álvarez, quien señaló que
Perú siempre se ha definido como un país minero, sin embargo probablemente tiene a futuro más potencial en su biodiversidad que en los minerales que se van a acabar tarde o temprano.
“Antes se decía que se debía producir grandes volúmenes porque el mercado exigía escala, pero hoy día no, hoy el consumidor esta cambiando sus preferencias. Las tendencias de consumo mundial crean oportunidades que antes no existían para pequeños productores y sus productos nichos”, sostuvo.
Agregó que
una tendencia muy grande en Europa, Estados Unidos e incluso en Asia es consumir preferentemente productos que tengan denominación de origen, que sean naturales u orgánicos. En ese sentido dijo que los superalimentos son deseados por ser nutritivos, además han despertado el interés de la industria de la salud y de los cosméticos, lo que crea oportunidades que antes no existían.
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En ese sentido, dijo que el deber del Gobierno es crear las condiciones para que haya trazabilidad, identificación, para que se diferencien nuestros productos y no entren a competir con los commodities, sino que se distinga por ser centro de origen y tener cualidades extraordinarias.
“La diferenciación y la trazabilidad de nuestros productos son clave para ser competitivos y para ello son necesarias las certificaciones y las denominaciones de origen”, comentó José Álvarez.
Añadió que esta nueva tendencia
en el consumo de alimentos es una gran oportunidad para las comunidades que son guardianes de nuestra biodiversidad, ya que el mercado no solo valora la calidad de los productos sino también su historia (quién lo produjo, dónde produjo) y si es una comunidad campesina o indígena tiene un valor adicional.
“La formalización y la trazabilidad son los retos para un mayor desarrollo de los productos naturales. Tener comunidades que sean formales, que se pueda trazar su producto y pueda ser identificado por el consumidor final. La única forma de conservar los recursos genéticos es poniéndolos en valor”, finalizó.