BUDAPEST - Tras días con el móvil desconectado, la polémica
reportera húngara Petra Laszlo, que pateó a los regugiados mientras grababa con su cámara, ha reaparecido en una carta publicada en la web del medio donde trabajaba, la
tele Magyar Nemzet. Según su relato,
actuó así porque entró en "pánico", y dice estar arrepentida y sentir "pesar" por su actuación.
"Cuando veo el vídeo no me reconozco. Sinceramente lamento lo que hice y asumo la responsabilidad", prosigue en su escrito.
"Me asusté. No soy una cámara racista; tengo corazón", asegura esta mujer de 40 años, que este jueves por la noche declaró ante la policía, dentro de una
investigación criminal que está llevando a cabo la policía húngara.
En las imágenes que han dado la vuelta al mundo se observa a
la reportera dando patadas y haciendo la zancadilla
a varios expatriados sirios, incluidos niños, que trataban de pasar la frontera de Hungría.
La condena mundial de estas imágenes llevaron a la cadena de televisión a despedirla, por su comportamiento "inaceptable".
"Estaba filmando a cientos de inmigrantes cuando el cordón policial se rompió. Uno de ellos vino hacia mí y me entró pánico", dice en la carta.
La periodista ha subrayado que "no es fácil de tomar buenas decisiones cuando se tiene un ataque de pánico"
"Estoy en estado de 'shock' por lo que hice y por lo que me han hecho a mí", dice Laszlo. Se refiere al
'Muro de la vergüenza' que le han dedicado en
Facebook, que ya han suscrito más de 36.000 personas. Petra Laszlo dice que
no se merece la "caza de brujas"
a la que está siendo sometida, ni tampoco las "calumnias" y "amenazas de muerte" que recibe. "Solo soy una mujer, una madre con niños pequeños que ahora está en paro, una mujer que tomó una mala decisión en un momento de pánico", remata.
Fuente: El Periodico Internacional