Un nuevo modelo enfocado en la prevención en salud, será uno de los estándares de la
Ministra de Salud Dra. Patricia García Funegra, que considera que es , "Es mejor prevenir que lamentar”.
Los sistemas de salud se orientan a la prevención para menos padecimientos de la persona en la enfermedad, y mayor economía.
Si la medicina preventiva le gana el pulso a la curativa, es una respuesta a largo plazo; sin embargo el consenso es que es mejor prevenir que curar.
Los sistemas de salud más adelantados del mundo introducen la prevención en la primera fase del proceso de salud, redundando en el mejoramiento de sus habitantes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene expedidos numerosos documentos, de acogida global, aconsejando cómo prevenir ciertas enfermedades, como:
Prevención de la anemia
Ayudar con suplementos de hierro y ácido fólico a la madre, al menos durante los tres meses siguientes al parto. Diariamente 60 mg de hierro y 400 μg de ácido fólico, receta la OMS.
Prevención del embarazo precoz
Básicamente con educación sexual desde el hogar. La OMS ha solicitado reiteradamente a países que protejan la lactancia materna poniendo fin a la comercialización inadecuada de los sucedáneos de leche materna, los biberones y las tetinas.
Prevención de la mortalidad en la niñez
Los que tienen mayor riesgo son los recién nacidos, a quienes se debe asegurar la respiración, lactancia materna, mantener al niño caliente y limpiarse las manos antes de tocarlo. La neumonía y otras afecciones respiratorias agudas, y la diarrea infantil se previenen con la vacunación y nutrición adecuada; con lactancia exclusivamente materna e higiene.
Prevención del cáncer
Un tercio de todos los casos de cáncer pueden prevenirse, indica la OMS, modificando la alimentación, ejerciendo una actividad física regular; manteniendo un peso corporal saludable, y no consumo de alcohol.
Prevención de infarto de miocardio
El infarto de miocardio o de un accidente vascular cerebral, son prevenibles con una dieta sana, (abundantes frutas y verduras, cereales integrales, carnes magras, pescado y legumbres, y poca sal y azúcar.), actividad física regular, cero tabaco y verificar y controlar niveles elevados de colesterol y de azúcar.
Prevención de caídas
Las víctimas suelen ser mayores de 65 años. En los lugares que habitan o asisten se debe identificar y detectar riesgos. En cuanto a las personas se debe suministrar suplementos de calcio y vitamina D o el tratamiento de los trastornos visuales corregibles.
Prevención de enfermedades crónicas
Los dirigentes nacionales responsables de la salud pública, deben adoptar un nuevo enfoque, lo que se inicia instruyendo permanentemente sobre el tema a profesionales sanitarios de atención directa y al público en general.
Prevención de las enfermedades transmitidas por vectores
El paludismo, el dengue, la leishmaniasis, la enfermedad de Lyme, la esquistosomiasis y la fiebre amarilla, son transmitidas por mosquitos, moscas, garrapatas, etc.. Se previenen con el uso de mosquiteros tratados con insecticidas y la fumigación de interiores. Las viviendas adecuadas, agua de bebida salubre y saneamiento y buena nutrición, igualmente contribuyen a prevenirlas.
Prevención de trastornos mentales
Establecer políticas orientadas a mejorar la salud mental de la población. Es necesario intervenir antes, cuando las personas aún no han desarrollado el problema, cuando parecen estar ‘bien’.
Prevención del suicidio
Reducir el acceso a los medios para suicidarse (pesticidas, medicamentos, armas de fuego, etc.). A las personas con trastornos mentales, depresión, alcoholismo o esquizofrenia, suministrar tratamiento especializado.
Las anteriores recomendaciones de la OMS, y decenas más, se utilizan ampliamente en los sistemas sanitarios públicos y privados.