David Vilcapuma Gutiérrez Licenciado en Educación |
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Por primera vez, en su historia, la municipalidad distrital ha organizado este gran festival de ganado caprino, con la participación entusiasta de los diferentes ganaderos, representando a su comunidad.
Esta experiencia exitosa, que fue aprendida en otros lugares, ahora se pone en práctica en el distrito de San Juan de Yánac, con la finalidad de promover y desarrollar la potencial actividad ganadera.
Este evento es una iniciativa importante por parte de la gestión actual, ya que la ganadería es una de las actividades económicas más importantes del distrito, con ellos sobreviven un buen número de familiares, que viven en las laderas de los cerros, de las principales cuencas del distrito.
Esta actividad beneficiará a las familias, en cuanto se refiere a la educación de sus hijos y mejor calidad de vida. Siendo esta posibilidad, un sueño esperanzador para los auténticos ganaderos de la comunidad.
Este proyecto mejorará la economía de las familias de los ganaderos y demás personas. También es una forma de promover experiencias de crianzas exitosas, intercambio de tecnología para mejorar el desarrollo genético de los ganados caprinos, así como el manejo de la alimentación, la prevención sanitaria y la producción de los derivados lácteos, su manipulación e higiene respectivamente.
Así como también hacer cadenas productivas en ganado caprino, exposición sobre los beneficios del consumo de la leche y sus derivados lácteos.
Todo este proceso tendría que estar acompañado de una buena socialización para que toda la comunidad se entere de este proyecto. También una adecuada capacitación a todos los criadores del ganado caprino de la comunidad Yanina.
Estos proyectos son muy viables, que pueden ser financiados por el gobierno central, gobiernos regionales, entre otros organismos. Esperamos que más adelante organicen también un evento ferial sobre la producción de palta, en el anexo San Jerónimo de Almacén. Gracias por su atención.
Estos eventos son muy importantes, como una manera de fomentar el turismo en el distrito de San Juan de Yánac.
El Informativo Huachos.com, y este modesto caminante, alientan y difunde proyectos, como este que van en beneficio de la comunidad, felicitaciones una vez más a los organizadores y éxitos en su gestión.
Ganado caprino de la familia Canchari Guerra (Fundo Acolla) 2) Caprinos de la familia Sulluchuco. (Almacen). 2016.
Como ya es una costumbre, publicamos otra cosecha original del autor:
Cuenta la leyenda, que en el caserío llamado Yurackancha, donde había una lomada, que caía en bajada hasta llegar a las aguas del rio Shuyupuquio, desde esa lomada los comuneros, podían ver que al otro lado del rio había una gran roca, donde se podía ver la imagen de un toro, de cerca se podía ver con más claridad, hasta que pareciera que te mirara tan fijamente.
Desde esa roca, nacía una veta extensa, que cubría toda la lomada de la estancia de Aguagasha, cuentan que un día, fueron varios comuneros a cavar al pie de la roca, de pronto se produjo un ruido bastante fuerte, no se sabía de donde venía, era tan fuerte que a todos los dejaba aturdidos.
Los comuneros creían que el cerro se venía abajo, causándoles un gran susto, dicen que salían corriendo y despavoridos. En ese momento se oyó el mugido de un toro, cuando se dieron cuenta el toro salía de la cueva.
Era un toro de color brilloso, con sus gigantescas astas, que brillaban como rayo de sol, el animal huía raudamente, cruzando el rio con la rapidez de un rayo, galopando cuesta arriba.
Los comuneros se quedaron asombrados al verlo huir, ya cuando el toro estaba lejos, corrieron tras el animal, siguiendo por el borde de la zanja, rumbo al cerro Puyochocanan.
El toro corría sin que lo pudieran alcanzar, uno de los comuneros, que tenía su caballo cerca, lo montó y fue a alcanzarlo, cuenta que cuando estuvo a punto de tirar el lazo, el cerro se abrió como una puerta, en ese preciso instante, asustados sujeto su caballo y paro la marcha, observando como el toro raudo ingresaba en la abertura del cerro, mientras la tierra iba cayendo remisamente, cerrándose el hueco, que se encontraba en las laderas de Puyochocanan.
Después de un momento de descanso, los comuneros se pusieron de acuerdo para cavar la tierra y atrapar al toro. Pero uno de los comuneros más veteranos, quien conocía muy bien el lugar, recomendó que no lo hicieran, porque en ese lugar había un volcán de fuego.
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