Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

PUBLICADO 15-02-2021 | Los responsables de trazar políticas públicas, los profesionales de la salud y los educadores disponen desde el año pasado de un Manual para que los adolescentes prosperen (Helping Adolescents Thrive), promoviendo su salud mental, previniendo el uso de drogas, alcohol, autolesiones y violencia interpersonal, y otros temas atinentes a esa etapa de la vida que se cuenta de los 10 a los 19 años de edad. 

En el mundo una de cada seis personas pertenece a ese grupo de edad. En EE.UU. las personas entre 15 a 17 años son adolescentes.

La adolescencia se vive igual pero diferente en los distintos países; los pertenecientes a naciones de ingresos bajos o medianos, que es cerca del 90% de los adolescentes del mundo, su camino por recorrer, las más de las veces es tortuoso; otros de su misma edad, en países avanzados o económicamente potentes caminan por senderos de rosas. Unos y otros experimentan los múltiples cambios físicos, emocionales y sociales que se dan en este periodo; otros además en la parrilla de su existir les viene “incluida la exposición a la pobreza, el abuso o la violencia” situación que los hace vulnerables a problemas de salud mental.  Es por esto que la principal tarea en esta materia de los dirigentes políticos de esos países y de todos es promover el bienestar psicológico de los adolescentes.

¡Basta!

En los países de ingresos bajos o medianos el escenario es el mismo: adolescentes viviendo en lugares de conflictos, desempleados, discriminados, embarazos prematuros, estigmatizados, falta de acceso a servicios  públicos esenciales y apoyo de calidad, huérfanos algunas veces, inestables, mala salud física, malos tratos, intimidación, matrimonios precoces y/o forzados, minorías de perfil étnico o sexual o de otro carácter, regular o mala  calidad de  vida en el hogar y fuera de èl, sin escolaridad y  toda la cadena  que se deriva de lo anteriormente descrito. ¡Aquí es donde el sistema debe contestar “¡Basta!” y actuar.

El cuadro de los adolescentes se complementa con “el deseo de una mayor autonomía, la presión para amoldarse a los compañeros, la exploración de la identidad sexual y un mayor acceso y uso de la tecnología. La influencia de los medios de comunicación”, entre otras (Organización Mundial de la Salud, OMS).

La psicosis sale a la luz comúnmente a finales de la adolescencia. Es común en esa edad la irritabilidad, frustración o enojo, ansiedad y depresión, que puede llevar al suicidio. A nivel mundial, la depresión es la cuarta causa principal de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes (entre los 15 y los 19 años). Según la OMS, los trastornos mentales representan el 16% de la carga mundial de enfermedades y lesiones en las personas de edades comprendidas entre 10 y 19 años.

“Los adolescentes más jóvenes también pueden desarrollar síntomas físicos relacionados con su situación emocional, como dolor de estómago, dolor de cabeza o náuseas”. ¡Aquí es donde el sistema de salud debe contestar “! Presente ¡” y actuar.

La principal causa de defunción entre los jóvenes de 10 a 24 años en los países de ingresos bajos y medianos, son originadas en vehículos automotores; anualmente mueren casi 400 000 jóvenes de menos de 25 años por esa causa, además de los millones que sufren heridas o quedan discapacitados. La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) desde mediados de la década pasada ha llamado a los países y a las personas para que adopten las diez estrategias fundamentales para preservar la seguridad en las carreteras y calles, entre las cuales esta  la obtención gradual del permiso de conducir.

En todo momento de la historia en el cuidado de los adolescentes prima su seguridad, “La seguridad es lo primero”; en esta década se busca especialmente que los adolescentes sean protegidos contra el uso de drogas, alcohol, cuyo uso nocivo, con graves repercusiones en la salud pública, se convierte en un factor de riesgo para el suicidio; se busca cubrirlos contra los daños que ellos se infligen como las   autolesiones. Se estima que 62 000 adolescentes murieron en 2016 como consecuencia de autolesiones. En 2016 el suicidio fue la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo.

Se busca especialmente en esta década que en todo el mundo los adolescentes sean protegidos de las dietas insalubres, que con la falta de actividad física, están entre los principales factores de riesgo para la salud.

Para blindar la vida de los adolescentes se aconseja “el mantenimiento de hábitos sociales y emocionales importantes para el bienestar mental, tales como adoptar pautas de sueño saludables; hacer ejercicio con regularidad; desarrollar habilidades para mantener relaciones interpersonales, hacer frente a situaciones difíciles y resolver problemas; y aprender a gestionar las emociones” (OMS).

@luforero4