80 años después de la extinción de la lengua mochica, por primera vez se han publicado grabaciones del idioma del pueblo mochica. Fueron elaboradas en el año 1974 y han conservado la pronunciación del mochica de la boca de Simón Quesquén, quien fue el último hablante del idioma, habiéndolo aprendido de su abuela en la villa de Eten en los años 30 del siglo pasado. Estas grabaciones ya son accesibles para todos los interesados en ellas.
A la llegada de los españoles al Perú, la lengua mochica era, después del quechua y junto con el aimara y el también ya extinto puquina, una de las lenguas de mayor importancia de Sudamérica. Fue hablada en lo que hoy es el departamento de Lambayeque y la parte norte del departamento de La Libertad. En ese espacio seguía vigente en el siglo XVII, comenzando a decaer en el siglo XVIII, hasta que, a fines del siglo XIX, sobrevivía tan solo en la villa de Eten. Ahí, en su último refugio, llegaron muchos investigadores para estudiarlo antes de que se extinga completamente entre 1930 y 1940. Uno de estos estudiosos fue Hans Heinrich Brüning, quien incluso realizó grabaciones en 1910, pero estas lamentablemente se han perdido. Por lo tanto, desde hace 80 años ya nadie ha podido escuchar el mochica de la boca de uno de sus hablantes.
Sin embargo, en el Eten de los años 30, se dio un intento singular de preservar el idioma. La Sra. Manuela Nuntón decidió enseñar a sus nietos – quienes integraron una banda infantil – la pronunciación del mochica junto con la música tradicional, y Simón Quesquén (ver foto), el más interesado en el aprendizaje, de esta manera se convirtió en el último mochichablante.
"La Lira Infantil Quesquén" en 1930. A la izquierda Rafael Quesquén; Simón Quesquén es señalado por la flecha (Foto: Anónimo en Revista Mundial, 13.06.1930, Nº 521).
Extensión del mochica en 1643 según Carrera (1939 [1644]) (mapa: elaboración propia).
En 1974 él accedió al pedido del historiador Dr. Américo Herrera de realizar sesiones de grabación con un magnetofón para conservar sus conocimientos para la posterioridad.
El material, no obstante, casi cayó en el olvido, hasta que el Dr. Herrera y el investigador alemán Stefan Ziemendorff juntaron esfuerzos el año 2000 y decidieron encargar la limpieza, recuperación y digitalización de las cintas ya antiguas a un estudio de sonido profesional.
De esta forma el material grabado pudo ser analizado, años después, por la lingüista alemana Michaela Ziemendorff, quien confirmó que este, de hecho, es de gran interés científico y seguramente contribuirá al análisis de la fase terminal del idioma mochica, especialmente en cuanto a la pronunciación.
Es por ello que ahora, a través del prestigioso Instituto Ibero-Americano de Berlín, se han publicado por primera vez estas grabaciones junto con un análisis histórico y lingüístico que pone el material grabado en su debido contexto.
Las grabaciones, de una hora de duración, pueden ser consultadas libremente siguiendo el enlace
Otras grabaciones al final del documento.
Lea el análisis histórico-lingüístico
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