Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en Saluderecho

Miles y miles de jóvenes en todo el mundo, entre 12 y 35 años de edad,  trabajan en entornos con exposición a ruido excesivo;  asisten a  conciertos; ellos y los  adultos llevan consigo audífonos, concurren a ambientes bulliciosos; ¡Oiga, bájale al  volumen¡,  limita el uso de audífonos, efectúe pausas, o  usar protectores de oído, como tapones que se ajusten bien, antes de entrar en una zona ruidosa, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De acuerdo a esa Organización, la mitad de los casos de pérdida de audición pueden prevenirse a través de medidas de salud pública.

La prevención para contrarrestar la pérdida de audición no es cara,  si se comienza con la detección  precoz realizando pruebas a recién nacidos,  a niños en edad escolar y adultos de más de 50 años, indica la OMS. La  mayoría de personas que padecen de pérdida de audición discapacitante vive en países de ingresos bajos y medianos.

Las personas afectadas,  a las que  los organismos internacionales  aconsejan agremiarse en defensa de sus derechos, debieran  disponer de  redes y programas comunitarios de rehabilitación,  y  tener acceso fácil a  la utilización de  audífonos, cuyo costo  es caro y su producción insuficiente o   implantes cocleares y otros dispositivos de ayuda auditiva, como exhorta la OMS.

Las clases de pérdida de la audición se conocen, (leves, moderadas, graves o profundas), hay personas duras de oído o sordas;  empero no se recopilan datos sobre  la sordera y la pérdida de audición.

 

En el guión de la OMS se entrevén siete causas para que la audición se merme: causas genéticas, complicaciones en el parto, algunas enfermedades infecciosas, infecciones crónicas del oído, el empleo de determinados fármacos, la exposición al ruido excesivo y el envejecimiento. La pérdida de audición relacionada con el envejecimiento  se llama presbiacusia, y es consecuencia de la  degeneración de las células sensoriales propia de  la senectud.

A nivel global la pérdida de audición no tratada tiene un alto costo económico de unos 750 000 millones de dólares internacionales al año, señala la OMS.

“Para comprender mejor el tema es necesario conocer la intensidad del sonido y la audición, la cual se mide en decibelios (dB). El campo auditivo humano se encuentra entre 0 y 120 dB, es decir se empieza a oír a partir de 0 (umbral auditivo), y la sensación de dolor sonoro (umbral de dolor), comienza a 120 dB”, anota el Instituto Nacional para Sordos (INSOR).

Hace 10 años se declaró en China  el 3 de marzo como Día mundial del oído y  de la audición, en la 1ª conferencia Internacional en Prevención y Rehabilitación del Déficit Auditivo.

@luforero4